La vitamina C actúa en diversos procesos en el cuerpo humano, tales como la formación de hormonas, incremento de absorción de hierro, síntesis del colágeno; además de estar asociada en la prevención de enfermedades degenerativas y reacciones favorables en el sistema inmunológico.

El ácido ascórbico, mejor conocido como vitamina C, es una de las vitaminas más populares. El ser humano no tiene la capacidad de sintetizarla, por lo tanto, es necesario obtenerla de fuentes externas, puede ser de manera natural o sintética; sin embargo, si se obtiene de fuentes naturales por medio de los alimentos, se cuenta con la ventaja de ser absorbida con mayor disponibilidad permaneciendo en el organismo por mayor tiempo.

La vitamina C, se encuentra principalmente en frutas y verduras, tales como: limón, naranja, brócoli, pimiento verde, tomate, kiwi, fresas, guayaba, entre muchos otros. También, existen suplementos farmacéuticos de uso común; algunos de ellos solo con ácido ascórbico y otros están complementados con otras vitaminas como la A y D, debido a que su interacción tiene efectos positivos sobre las reacciones de la vitamina.

La fiel creencia de que la disponibilidad de algunos frutos depende de la necesidad del ser humano. Un ejemplo de lo anterior es que, en temporada de invierno, cuando las enfermedades del sistema respiratorio se presentan con mayor frecuencia, las frutas disponibles en la temporada tienen un alto contenido de ácido ascórbico.

Algunas de las funciones de relevancia relacionadas al ejercicio son las siguientes:

  1. Es útil para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, debido a que tiene un efecto sobre la actividad de los anticuerpos.
  2. Favorece la absorción de hierro obtenido a través de vegetales, previniendo deficiencia del mismo.
  3. Actúa como antioxidante sobre todo si existe la interacción con la vitamina E, coenzima Q y vitamina A, protegiendo el organismo de los radicales libres.
  4. Participan en el metabolismo de grasas, manteniendo niveles de lipoproteínas de baja densidad y lipoproteínas de alta densidad, coloquialmente conocidos como “colesterol malo” y “colesterol bueno”.
  5. Tiene un papel fundamental en la síntesis de colágeno, una proteína que es el principal componente de ligamentos, músculos y tendones; también se encuentra en la piel, huesos, cartílago y vasos sanguíneos. Por esa razón, se considera importante en la prevención de lesiones y patologías articulares como la artritis y artrosis.

Para cualquier persona que realice ejercicio será fundamental mantener el cuerpo en un estado óptimo debido a la carga de entrenamientos que, en ocasiones, al ser tan exigentes se pueden afectar diversos sistemas. Poe ello, consumir el ácido ascórbico de manera cotidiana puede favorecer el equilibrio metabólico.

En posición de nutrióloga, el argumento es que una alimentación correcta difícilmente presentará deficiencia de vitaminas. Cabe mencionar que el ingerir más de lo necesario no significa que se quedará en el cuerpo; por el contrario, una pequeña cantidad se almacena en tejidos y el excedente será eliminado a través de la orina. En caso hacer falta de ácido ascórbico, la primera acción debería ser combatirla con alimentos; sin embargo, se pueden utilizar complementos, siempre con el monitoreo de un profesional.

Por: Raquel J. Benítez Salas

Coordinación Nutrición LFA

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