La pandemia ha cambiado la vida diaria a todos. Sin importar la profesión, la situación ha exigido buscar herramientas en línea y plataformas virtuales para seguir cumpliendo actividades; las áreas de la salud no son la excepción.

Las profesionales de la salud se caracterizan por tener cualidades como: vocación de servicio, paciencia, empatía, respeto, inquietud por aprender de manera continua y flexibilidad. Estas últimas dos cualidades han permitido seguir brindando algunos servicios aún a distancia.

Específicamente, para la nutrición existen alternativas creativas bien establecidas con el fin de mantener el tratamiento y seguimiento de manera remota dando excelentes resultados.

A pesar de que pueden realizarse videollamadas o llamadas telefónicas para poder charlar y conocer hábitos de alimentación, la atención se dificulta al momento de requerir información sobre la evaluación física de la persona que se atiende. Será necesario conocer el peso corporal y tener datos composición para determinar objetivos y establecer tratamiento por medio de un plan de alimentación personalizado.

Ante la probable limitación de métodos habituales de forma presencial, como la antropometría o bioimpedancia, se han retomado alternativas y acciones útiles para el seguimiento nutricional a distancia (sin dejar a un lado) la ética y profesionalismo necesarios para la atención.

Tal es el caso del llamado “método fotoscópico” de Sheldon; el cual consta de tres fotografías en diferentes ángulos y posiciones con el fin de identificar en diferentes planos las áreas corporales donde exista predominio de grasa, músculo o linealidad. Estos parámetros permiten a los nutriólogos establecer criterios para realizar una intervención lo más certera posible y debe complementarse con el monitoreo del peso corporal proporcionado por una báscula. Cuando la atención y seguimiento multidisciplinario brinda al deportista un plan de entrenamiento, esta misma estrategia permite visualizar el proceso y mejora del jugador para más de un integrante del staff.

Además de este tipo de implementaciones, existen aplicaciones que pueden apoyar en el monitoreo nutricional a partir de la contabilización de sus consumos para fortalecer la concientización y responsabilidad de manera simple. Esto permite enseñar al interesado cuántas calorías, carbohidratos, grasas y proteína tiene un alimento o producto y apegarse de mejor manera a las indicaciones de consumo que tiene asignados por día.

El uso de infografías también es de gran ayuda para las consultas a distancia, pues a través de ellas se puede brindar información o indicaciones de manera gráfica, lo cual permite un mayor apego a partir del entendimiento.

El uso de estrategias, sesiones conjuntas y apps, dependerán de las posibilidades y creatividad de los prestadores de servicios en salud; así como de los interesados en recibir la atención. La contingencia no debe ser una limitante para la continuidad de atenciones ni impedimento para lograr objetivos en salud y deporte.

Por: Raquel J. Benítez Salas

Coordinación Nutrición LFA

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