En el fútbol americano infortunadamente existe un uso desmedido y poco informado de sustancias y suplementos deportivos. En muchas ocasiones, la decisión del consumo o, incluso, la recomendación de estos productos es emitida desde la desinformación representando pérdidas económicas por efectos esperados que no llegan o muchas veces no hay evidencia científica para fomentar su uso. Es importante mencionar que estas prácticas pueden incluir riesgos para la salud y hasta casos de dopaje en los deportistas implicados.

Dentro de los ejemplos claros que ocurren en el fútbol americano, se encuentran los famosos frascos de pre-entrenamiento que, en ocasiones, incluyen sustancias que pueden contraponerse en mecanismos de absorción o incluso en efecto.

Algunos de sus componentes tienen efecto vasodilatador. Eso significa que pueden disminuir la resistencia de las paredes de arterias y venas para incrementar el flujo sanguíneo. Esa combinación puede no ser una excelente idea en un deporte de contacto que en ocasiones incluye impactos en la cabeza, a pesar de que se eviten desde el reglamento. No solo es de relevancia el efecto de las sustancias; también, es importante su correcta dosificación. Es una decisión errónea incrementar dosis señaladas simplemente esperando un mayor efecto.

Una práctica común en algunas categorías es la adquisición de costales de proteína en polvo para compartir entre jugadores y/o staff. Si bien, el principio administrativo para reducir costos es correcto, el brindar bolsas a todos con la misma cantidad aproximada, el mismo producto y con las mismas indicaciones, es el error principal. Lo anterior estaría asumiendo que todas las posiciones e individuos tendrán los mismos requerimientos y hasta hábitos alimenticios, incluyendo horarios y no solo el consumo de alimentos.

La elección correcta hasta de una proteína en polvo. idealmente debe ser llevada por un profesional de la salud capacitado en el tema. El consumo total de alimentos durante el día, el tipo y características de estos, los horarios de entrenamiento, episodios de alimentación, hábitos y características del sueño, son solo algunos de los aspectos para considerar por la nutrición deportiva para llegar a la recomendación más eficiente.

Aunque con el paso del tiempo y estudios se han sumado sustancias y evidencias sobre efectos positivos en el rendimiento deportivo, la indicación de alguna suplementación no debe ser tomada a la ligera y -mucho menos-  generalizada.

Es un hecho que no todas las marcas o productos disponibles en el mercado cuentan con la calidad suficiente que aseguren los efectos comprometidos. Ante cualquier recomendación, siempre valdrá la pena contar con la mayor cantidad de información y externar inquietudes o dudas a sus servicios médicos correspondientes.

La atención de temas o situaciones ligadas a la nutrición deportiva, deben ser atendidas por equipos multidisciplinarios en salud y deporte.  Muchos de los efectos de las sustancias que en ocasiones se pretenden consumir en polvos, comprimidos, tabletas o cápsulas, pueden ser brindados desde un plan de alimentación establecido acorde a las necesidades y objetivos específicos del deportista.

En las siguientes emisiones se abordarán los efectos o nulidad sobre algunas de los suplementos más utilizados dentro del fútbol americano y otros deportes.

Mientras tanto, si hay identificación con el tema o inquietud por saber un poco más respecto a los productos que se consumen o han sugerido, se extiende la invitación a acudir con un nutriólogo capacitado en temas de nutrición deportiva.

Dr. Luis Gerardo Vázquez Villarreal

Director Médico y Ciencias Aplicadas al Deporte LFA

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