2020 ha sido, sin duda, un año lleno de retos y dificultades; un año en el que la mayoría de la población ha trabajado desde casa. Hacer ejercicio en la sala, garaje o habitación, se tornó la única opción viable en contra del aumento de peso causado por la baja movilidad incluida en nuestra cotidianidad.

Pese al esfuerzo por mantener o disminuir el peso corporal, las situaciones pudieron jugar en contra y haber provocado la ganancia de unos cuantos kilogramos; sin embargo, no todo está perdido, debido a que existen algunas sustancias que pueden favorecer en la pérdida de peso.

Por supuesto realizar ejercicio, aun cuando sea en casa, y mantener una buena alimentación siempre serán los mejores aliados para alcanzar ese objetivo.

La cafeína, probablemente sea una de las sustancias mundialmente conocida y altamente consumida, ya que se encuentra en una gran cantidad de alimentos y bebidas como chocolate, chicles, tés, cacao y, por supuesto, café.

Es sabido que la cafeína aumenta el estado de alerta; no obstante, tiene muchos más efectos como la mejora de la función cognitiva, actúa como un antidepresivo, retrasa la fatiga, es utilizado en algunos medicamentos como coadyuvante analgésico, incrementa la tensión arterial e incrementa el uso de las grasas en nuestro metabolismo.

Muchos estudios han demostrado que el uso de cafeína ocasiona un aumento de la concentración de ácidos grasos en sangre. Esta acción se le atribuye a que la cafeína moviliza la grasa almacenada en el cuerpo hacia el torrente sanguíneo, provocando una disminución del porcentaje de grasa corporal y, en consecuencia, una disminución de peso una vez que empezamos a utilizar esa energía a partir del movimiento y ejercicio.

La metabolización de la cafeína es diferente en cada individuo, por lo que algunos podrán observar un efecto positivo y otros tantos, no identificar un beneficio. Esto también dependerá de la adaptación que tengan las personas hacia la sustancia, debido a que hay personas que tienen una alta sensibilidad a la cafeína. Es decir, a la mínima dosis sienten alteraciones sobre todo en sistema nervioso y cardiovascular; mientras que otras no sientan ninguna alteración, probablemente causado por la ingestión constante de la cafeína a través de diversos alimentos y bebidas. Es necesario señalar que pueden existir efectos poco favorables como dolor de cabeza, insomnio, ansiedad, gastritis, entre otros.

Cabe mencionar que para que se pueda observar un efecto positivo con el uso se la cafeína, existen dosis específicas, las cuales se pueden y deben calcular para cada persona. Aunado, existen fuentes naturales (café, tés, chocolates) y sintéticas, como pastillas, bebidas (refrescos y energizantes), chicles e incluso geles deportivos; por lo que es recomendable acercarse a un especialista para obtener el máximo beneficio con el uso de la cafeína, presentando la mínima o nula cantidad de efectos adversos y así poder alcanzar el objetivo deseado.

Por: Raquel J. Benítez Salas

Coordinación Nutrición LFA

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