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El avance en la pandemia y disminución de riesgo avanza conforme los estados van completando esquema de vacunación. La esperada indicación respecto a el paso a color verde en el semáforo epidemiológico en la Ciudad de México y la mayoría de los estados ha llegado.

Ante esta situación puede cometerse el error de pensar que los devastadores efectos del COVID19 han concluido y que todas las actividades volverán a lo previo ya conocido antes de que esto ocurriera.

El color verde si representa un riesgo menor y una mayor cantidad de personas vacunada; sin embargo, es importante reconocer que diversas conductas adquiridas durante la pandemia llegaron para quedarse.

El uso de cubrebocas deberá de mantenerse en la mayoría de los sitios, sobre todo si la ventilación es deficiente, la realización de eventos masivos podrá ser llevada a cabo de manera paulatina y progresiva sin llegar a sus máximas capacidades de un momento a otro. Esto último secundario a que aún que la vacuna y sus diferentes opciones han ido incrementando distribución y aplicaciones, la administración sigue siendo una decisión personal. A pesar de ser un derecho universal preventivo de alto alcance habrá quien decida que no se le administre. Al no tener garantía o certeza de aplicación al 100% de la población el uso del cubrebocas se extenderá por seguridad de todos, también habrá situaciones laborales ligadas a esquemas de vacunación completos.

Derivado de ajustes de políticas empresariales basadas en bioseguridad y cuidado de todos los trabajadores podrá solicitarse comprobante de vacunación a cualquier empleado para establecer proceso de reclutamiento o recontratación sin el hecho de caer en discriminación. El no contar con esquema de vacunación completo aún por decisión propia si vulnera la seguridad del resto de las personas.

Respecto a la constante duda de si será necesaria alguna dosis de refuerzo dependiendo de la vacuna administrada. Aún es temprano para determinar los tiempos y esquemas; pero es un hecho que en algún momento se requerirá o se fomentará a la población la administración de refuerzos tal y como ocurre con algunos otros agentes bacterianos o virales como la influenza. También es probable que con el paso del tiempo pueda determinarse por región geográfica cual sea el mejor momento o estación para su aplicación periódica.

El COVID19 y otros agentes infecciosos a los que ya estamos habituados llegaron para quedarse; aún que el panorama es alentador en diferentes aspectos no debe de ser pasado por alto que el efecto devastador del virus afectó a gran parte de la población, sigue cobrando vidas y generando complicaciones importantes a quienes presentan la enfermedad en modalidad moderada y grave. Las únicas medidas verdaderamente eficaces además de las vacunas para evitar cualquier tipo de infección y sus consecuencias seguirán siendo los correctos hábitos en alimentación, incremento de actividad física a niveles que sean óptimos para la salud junto con la realización de ejercicio de manera periódica.

Luis Gerardo Vázquez Villarreal

Director Médico y Ciencias Aplicadas al Deporte LFA

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