En el fútbol americano se pueden escuchar un sinfín de frases que nos motivan, divierten, alientan, molestan e, incluso, modifican la forma de pensar.

La mayoría hemos visto o escuchado mensajes derivados de este deporte que se han reproducido cuando sucedió algo dentro del campo y que nos provocan un cambio en la mentalidad, pero hay otros que solo unos pocos han tenido la oportunidad de apropiárselos para convertirlos en herramientas mientras están en un juego. Con el tiempo, pueden volver a ser útiles para la cotidianidad o en otros ámbitos.

Uno de los objetivos de los coaches es incentivar a sus jugadores a realizar sus asignaciones como fueron planeadas y practicadas. De ello, dependerá el resultado favorable de la circunstancia en específico.

También, son ellos quienes promueven a que el pensamiento sea claro y decidido en fracciones de segundo pues de ello dependerá la consecuencia del juego.

De tales planteamientos, podemos deducir que, si es efectiva la transmisión de conocimientos, el jugador obtendrá el resultado esperado o algo mejor, aún.

El fomento del pensamiento claro, preciso y con una óptica estratégica es uno de los objetivos que puede buscar quien está al frente de un equipo. Una parte de esa “magia” de este deporte cuando las “piezas” están ubicadas de tal forma que cualquier movimiento del contrincante podrá ser predicho tanto por los coaches como por los jugadores.

Una vez que la confianza en quienes están dentro del campo ha sido depositada, solo queda observar para hacer los ajustes precisos y necesarios, en caso de requerirse.

A este proceso le sucede algo de autonomía de los jugadores, pues la etapa de entrenamiento ya les permitió tener mayor conocimiento de las habilidades, capacidades, responsabilidades, etcétera tanto de sí mismos como de sus compañeros.

De forma muy similar ocurre en situaciones ajenas al fútbol americano. Por ello, es un deporte comparado con la vida y lo que ella contiene.

¿Cuál es el “extra” que podría garantizar el éxito? No solo hay uno, pero este en específico resulta valioso para cualquier persona.

Iniciativa. No esperar a que sucedan las cosas, propiciar que lo hagan.

Don’t ask any question you can answer yourself. You take the initiative. (Run to win, Donald T. Phillips, 2001, p. 109, cita Vince Lombardi)

“No hagas ninguna pregunta que puedas responder tú mismo. Toma la iniciativa.”

Así hemos estado trabajando porque las circunstancias nos han obligado a hacer algo que desconocíamos, pero que, sin duda, nos fortalecerán.

Por: Cinthya García Guerrero

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