El cuidado de la salud de un deportista no solo debe estar dirigido a los temas que hemos abordado en semanas anteriores (nutrición deportiva, prevención de lesiones, servicios médicos especializados). Es verdaderamente importante trabajar constantemente en el bienestar emocional de un jugador. Para este tipo de intervenciones y mantenimiento existe la psicología del deporte.

Para resolver algunas preguntas relacionadas al tema contactamos a una referencia nacional. Margarita Cerviño Bárcena, psicóloga del deporte de Condors, quien además de tener más de 20 años de experiencia interviniendo equipos de fútbol americano en diferentes categorías, también ha participado dentro de las delegaciones mexicanas para juegos olímpicos de Atenas 2004, paralímpicos de Beijing 2008, olímpicos y paralímpicos en Londres 2012, Río 2016 y preparación para Tokyo 2020-2021.

¿Qué es la psicología del deporte?

“Es mi vida y mi pasión a nivel personal; para los deportistas, consiste en potenciar sus herramientas. A partir de intervenciones psicológicas se generan predisposiciones para optimizar el rendimiento en entrenamientos y competencias.

La psicología del deporte se realiza en el campo y se entrena igual que cualquier cualidad física; a través de los entrenamientos decantamos herramientas o intervenciones por medio de los coaches. Existe una constante retroalimentación y, a partir de ella, podemos detectar situaciones específicas y aplicar intervenciones personalizadas cuando son necesarias sin descuidar el trabajo grupal. Consiste en lograr una negociación psicoemocional”.

¿Por qué es importante la psicología del deporte en el fútbol americano?

“Porque el deporte comienza en el cerebro, en la cabeza; aún teniendo las herramientas físicas completamente desarrolladas o contar con una técnica impecable, al momento de tener estrés, miedo o una concentración deficiente, serán factores que no jugarán a favor. Poco se podría hacer si un jugador no está listo para relacionarse con la atención, presión y demandas propias del deporte.

Un deportista que no está en armonía se encuentra incompleto. Una mesa a la que le falta una pata no es funcional ¿o sí? Tal y como puede ocurrir una limitación del desempeño secundario a una lesión puede ocurrir por esa falta de bienestar mental.

Todas las actividades relacionadas a los servicios médicos también se entrenan. Existen 5 elementos fundamentales que deben estar presentes en la preparación y semanas de entrenamiento durante la temporada: físico, técnico, médico (profilaxis), nutricional y psicológico. Cuando completamos ‘El quinteto del entrenamiento’ garantizamos en conjunto la optimización y mantenimiento del rendimiento deportivo. Juntos hacemos un tejido perfecto.

Es importante visualizar que un jugador de fútbol americano irá recibiendo mayor presión sobre cada partido durante la temporada y que en ningún momento deja de ser persona, también jugará un rol como hijo, padre, pareja y tendrá estímulos externos relacionados a salud, economía, educativos, etc. Todas estas situaciones le exigen resultados. Si el deportista no es capaz de lidiar con estas exigencias, difícilmente podrá tener un rendimiento óptimo y, por lo tanto, seguir dando resultados”.

¿Sugieres intervenciones de psicología del deporte para todas las categorías de fútbol americano?

“No es una sugerencia, debe ser así. Un niño que recibe asignaturas como matemáticas, español, ortografía también debe recibir educación física.

Las categorías infantiles y juveniles tienen un objetivo formativo, si solo esperamos resultados y tener equipos ganadores a expensas de lo que sea perdemos la esencia del desarrollo y el juego limpio. Una intervención temprana permite trabajar recursos intelectuales que se desarrollan a largo plazo para tenerlos a disposición. Buscamos formar un equilibrio psicodeportivo y psicoemocional. Estos son los últimos momentos en lo que se podemos influir en su formación produciendo un impacto positivo en la vida de estos jóvenes jugadores aprovechando la práctica deportiva para crear adultos más sensatos que puedan replicar estas experiencias en escenarios laborales, profesionales y sociales.

El fútbol americano genera grandes recuerdos de vida que les permitirán ser ejemplo para otros.

No estamos acostumbrados a recurrir a este tipo de servicios. Erróneamente pensamos que al no sentirnos alterados o en un estado afectivo deficiente simplemente no lo requerimos, pero situaciones simples como la presión durante un juego o entrenamientos, aventar el casco, gritar a un coach o a cualquier persona del staff son indicadores sugestivos y justificantes para intervención.

La vida comienza con el fútbol americano. En el deporte, la inteligencia siempre va a marcar la diferencia. Hay que utilizar la cabeza para ser mejores personas.”

Por: Dr. Gerardo Vázquez Villarreal

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