La reapertura de actividades presenciales, incluyendo los deportes, ha generado una gran cantidad de ajustes operacionales para regresar a los panoramas que permitan competiciones incluso sin gente presente en los estadios. Sin duda, el evento deportivo que representa el mayor reto para llevarse a cabo sin poner en riesgo la salud de los participantes y sus respectivas delegaciones son los próximos Juegos Olímpicos que se realizarán en Tokio.

En entrevista con la Dra. Viridiana Silva, directora médica del Comité Olímpico Mexicano, quien se encuentra a cargo del diseño y ejecución de los protocolos que permitirán una participación segura de la delegación mexicana en esta próxima contienda, contestó:  

¿Como son sus actividades actuales en preparación de todos estos procesos?

“Hemos tenido reuniones virtuales con el Comité Olímpico Internacional. En ellas se nos ha brindado información sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer en los diferentes entornos; en estas sesiones se ha destacado la importancia del uso constante de las pruebas de antígeno para COVID-19, el continuar con medidas de distanciamiento (incluso durante los entrenamientos o cuestiones técnicas) considerando el uso de videollamadas entre los staffs, a pesar de que se encuentren físicamente en el mismo sitio de la concentración”.

“Por otra parte, existe un documento central llamado “playbook”, que se encuentra vinculado a funciones de gestión y localización de las delegaciones para dar cumplimiento a actividades programadas y ubicación de sus integrantes. Esto permite tener un mayor control para evitar contactos de riesgo e innecesarios y también se puede verificar el cumplimiento de indicaciones de rutas y señalizaciones dentro de los inmuebles; además, en caso de haber un contacto sospechoso o confirmado, las personas que interactuaron o no respetaron medidas pueden ser ubicados para tomar medidas de aislamiento en cumplimiento a protocolos o hasta sanciones en su defecto. El uso de la tecnología, a favor de la situación, ha sido crucial para la planificación y ejecución de actividades”.

¿Cuáles son las claves de éxito para que los protocolos e implementaciones tengan resultado?

“Podríamos resumirlo con 2 procesos de suma importancia: capacitación y concientización”.

“Todo el personal participante debe estar capacitado y tiene la obligación de involucrarse para distribuir responsabilidades asegurando que las medidas se realicen y mantengan. Las responsabilidades estarán ligadas a los perfiles y actividades desempeñadas por los integrantes del equipo. Lo más importante es tener en cuenta que un descuido puede poner en riesgo el esfuerzo y trabajo de todos los involucrados.

La concientización es pieza clave, debemos hacer entender a todos los involucrados la relevancia de no mentir al brindar información en cuestionarios para detectar riesgos, ya que una omisión o falsedad puede arriesgar la salud y la participación, no solo del que miente o que oculta información, si no de equipo entero. No deben ablandarse medidas por parte de ninguna autoridad. Nos corresponde a todos el recordatorio del uso prácticamente permanente del cubrebocas; detalles como no gritar durante entrenamientos ni competencias para alentar al deportista e incluso fomentar un preaislamiento de 15 días previos a la fecha de entrenamientos conjuntos y competiciones para evitar eventualidades durante la toma de muestras.

Esto es un gran esfuerzo que requiere de la responsabilidad y participación de todos, los descuidos pueden ocasionar diferentes penalizaciones que van desde la suspensión de participación, pérdida de la acreditación de la delegación o incluso multas. Estas omisiones o irresponsabilidades implican riesgo para el resto de los participantes y personas relacionadas. Es un sistema bien estructurado y lleno de compromisos que también podría ser homologado o replicado en diferentes deportes a nivel nacional”

Por: Dr. Gerardo Vázquez Villarreal

Director Médico y Ciencias Aplicadas al Deporte LFA

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