Generar un equipo 100% exitoso en su primer año de creación es un tanto complejo dadas las limitaciones y la poca experiencia que se tiene, sin embargo Reyes de Jalisco tuvo algunas áreas exitosas que dejaron a su afición y a todos los apasionados de la LFA con un gran sabor de boca, pero también hay ciertas cosas por mejorar.

Definitivamente una de las partes que quizá se debe priorizar y continuar con el trabajo es en la ofensiva. No solo en la parte en la que todavía están descubriendo su identidad debido al poco establecimiento que se tuvo, sino también en la pregunta del quarterback ¿Continuarán con Jonathan Mullin para la siguiente temporada? ¿Le darán repeticiones a Carlos Farías o buscarán otro quarterback en el draft o la agencia libre?

Afortunadamente para Mullin, en lo que desarrollaba un mejor juego y se adaptaba al sistema, el ataque terrestre se volvió la herramienta principal para dar batalla al equipo contrario y es que Jordon Shippy con 457 yardas y Majid Esparza con 264 se colocaron como el mejor ataque terrestre en yardas producidas, lo que dejó a la ofensiva tapatía como la tercera mejor en yardas totales (1,902) pero ¿Cómo es que la tercera mejor ofensiva es la segunda con menos puntos generados?

Una de las cosas que pudimos ver en el ataque de Reyes fueron las múltiples ocasiones que no pudieron concretar.  Ni touchdown, ni gol de campo; se fueron con las manos vacías. Otro de los escenarios también fueron las entregas de balón del quarterback ya que de los 6 pases de anotación que tiene registrados también tiene 6 intercepciones y 4 fumbles, algunos en zona roja y otros en ofensivas que empezaban a fluir.

La realidad es que el staff de coacheo hizo un excelente reclutamiento con los jugadores extranjeros dejando joyitas que terminaron como líderes en las estadísticas como Shippy, Rodnell Cruell (504 yardas); a la defensiva Demetrius Harris (7 sacks) o el linebacker Anthony Patrick (50 tackleadas totales), pero no hay tanta certeza en Mullin a lo cual deberán de definir si continúan trabajando con él o deciden partir caminos para la temporada 2023.

No es una decisión sencilla pues cuando llegó con un sentimiento más cómodo y realmente conectado con el equipo vimos un gran espectáculo contra Fundidores o contra Gallos Negros, dejándolos con una mejor marca de 3-3 en la entrada a la postemporada.

Por supuesto no solo se debe de trabajar en la ofensiva, también hay pequeñas áreas de mejora en la defensiva, pero quizá esto se solucione con un ajuste y mejor conocimiento de los jugadores que posee en el roster así como un refuerzo de la generación que saldrá en el 2023.

Algún otro jugador que pueda hacerle mancuerna a Harris y así ayudarle al perímetro a defender los pases o un linebacker más que tenga presencia en la caja para optimizar la contención y la asertividad en los tackleos una vez definida la jugada. También está la pregunta: ¿Llegará un nuevo coordinador defensivo ante la salida de Gabriel Acuña o se mantendrá el mismo concepto y staff?

Todos los equipos tienen áreas por mejorar para la siguiente temporada y el trabajo del head coach Ernesto Alfaro se notó desde un principio, levantando y creando un equipo con mucho potencial desde su año 1, solo es cuestión de tiempo para que se acomoden mejor todas las piezas.

No cabe duda que Reyes dejó una muy buena primera impresión, quizá fueron sus colores o la misma esencia del equipo, pero además de ganarse el corazón de los tapatíos también se ganaron el corazón de toda la afición de la LFA.

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