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Max Soto Esquer es uno de los nombres más notables del fútbol americano de nuestro país en la historia reciente. 

El liniero defensivo, originario de Mexicali, Baja California, terminó su carrera colegial en 2018 con Borregos Salvajes del ITESM campus Monterrey, escuadra de la que se despidió como capitán y tras varios llamados a la Selección Nacional.

Para 2019, dio un paso hacia el profesionalismo y fue la primera selección del Draft y se enfundó en los colores de Fundidores de Monterrey. 

Así, siguió los pasos de su hermano, Mario Soto Esquer, quien también formó parte de Borregos Salvajes y en 2017 se convirtió en la primera selección del equipo regio. 

Ese mismo año fue uno de los #mexiCAN stars que participaron en el primer Draft LFA-CFL y fue seleccionado con el pick 20 global por Redblacks de Ottawa. 

Pese a que su talento es indudable, esa temporada no pudo mostrarse a fondo con Fundidores debido a una lesión que, incluso, no le permitió hacer el viaje a Canadá. 

En 2020, ya recuperado, regresó con Fundidores y formó parte de una línea defensiva de cuidado, en la que además de su hermano destacaron otras figuras. 

La temporada 2020 concluyó de manera anticipada debido a la pandemia del coronavirus, pero en 2021 Max Soto sigue siendo una de las figuras de la LFA e incluso buscará, ahora sí, llegar a un equipo de la CFL, pues se mantiene elegible para una nueva generación de #mexICAN stars. 

Y es que luego de dos décadas jugando fútbol americano, aún hay historia que Max Soto quiere escribir. No por nada su respuesta siempre es la misma cuando se le pregunta qué representa el fútbol americano para él: 

“El fútbol americano es lo mejor que me ha pasado, es un deporte muy bonito”. 

Por: Emmanuel Hernández

Emmanuel Hernández

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