La entrevista de esta semana fue a Máximo González. Tackle defensivo de Fundidores quien juega con el número 1.
La trayectoria deportiva de Máximo se puede percibir como una cadena de éxitos, tanto así, que logró en cuatro ocasiones ser campeón mundial universitario, defensivo del año (2016), jugador más valioso en el mundial en China (2018), entre otras distinciones; sin embargo, no consiguió ser campeón colegial en su etapa como jugador en liga mayor. Asimismo, era considerado una promesa para probar suerte en la NFL, sin éxito en el empeño.
Esa trayectoria tan larga se vio afectada por lesiones que se tradujeron en las condicionantes para no considerarlo como un “material óptimo” para el fútbol americano profesional estadounidense. Aunada a la edad que, si bien no es “viejo”, ya no resulta atractivo o “rentable” para el nivel más alto de este deporte.
No obstante, Fundidores de Monterrey apostó por él en 2020. Aun así, su desempeño no destacó durante las 5 semanas de temporada que pudieron jugarse, dejando a sus seguidores con las ganas de verlo en acción pues sus números solo arrojaron 8 tackleadas, 1 sack y 1 pase defendido. Y así se quedó.
En entrevista, Máximo comentó que Condors fue el primer equipo que lo buscó para integrarse a la LFA, pero fue Fundidores quien lo convenció de integrarse en su equipo.
Hablando de las diferencias de las ligas, señaló que la preparación de los jugadores es la diferencia principal porque en colegial es una actividad primordial y los profesionales no cuentan con la facilidad de hacerlo con mayor concentración. Aunque reconoció que el nivel de juego de la LFA es mucho más rápido y ágil de lo que él creyó que iba a tener.
“Fundidores está creciendo y va por cosas grandes”.
Destacó que el ambiente en el equipo es muy sano y con una convivencia muy agradable. Lo que le hace fácil estar dentro de sus filas y eso fue desde el primer momento desde que se incorporó en diciembre pasado.
“No puede funcionar un equipo donde solo la defensiva es la que jala. Si la ofensiva no tiene ningún destello, no sirve de nada.”
En el juego contra Dinos de Saltillo vivió lo que es un encuentro de equipos del norte del país, el cual fue caracterizado por golpes sucios y mucha, pero mucha palabrería que no se percibe en otros equipos.
Con lo sucedido por la contingencia, Máximo ha tenido que reducir su preparación física por la falta de espacio para realizar el entrenamiento que debería.
Recordando su etapa colegial, reconoció la inmadurez de su staff de entrenadores en Águilas de Chihuahua. Lo que considera que lo ha destacado del resto de los jugadores es la disciplina y sus cambios de equipo de Águilas de Chihuahua a Borregos Salvajes le han permitido tomar decisiones en su vida buscando experiencias internacionales.
Comentó los consejos que le dio a Isaac Alarcón para tomar el riesgo de irse a Vaqueros de Dallas sin importar los inconvenientes que se presentaran, puesto que esa oportunidad le representaría el cambio de su vida.
“Me gustaría ser head coach de liga mayor, pero primero quiero jugar en Europa para probar otras cosas y ya que regrese, aceptaría el reto. No obstante, la CFL era una opción, pero con lo que está sucediendo intentaré irme a Japón o Europa. Lo que puedo asegurar es que para ser jugador de NFL se necesita genética. Debes ser atleta y tener buen físico porque el fútbol americano, lo desarrollan allá.”
En un futuro piensa dedicarse a algo relacionado con el deporte como un gimnasio integral similar a los que pisó en Estados Unidos, a pesar de estar estudiando posgrado, ese es uno de sus objetivos.
Ha recibido comentarios poco alentadores por parte de amigos que están en Canadá quienes le confiaron que no ven fácil que la temporada 2020 de la CFL se efectúe por la pandemia, lo que le desanima para pensar en buscar un lugar en la liga canadiense.
Con esta entrevista, Máximo González hizo pública su intención de no permanecer en el país si consiguiese “algo en algún lugar” y cuando satisfaga su inquietud por estar fuera de él, regresar para asentarse.
Por: Cinthya García Guerrero
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