La transmisión de LFA Total de la noche de este martes fue dedicada a la entrevista especial realizada a un veterano jugador con una trayectoria conocida por muchos aficionados.

Luis Trujillo y Carlos Rosado conversaron con Jovanni Carrilo. Un linebacker que puede resultar una pesadilla para las ofensivas rivales; proveniente de Águilas Blancas del IPN, con 30 años de edad ha participado en 4 de las 5 temporadas de la LFA. Fue de los fundadores de Eagles de la Ciudad de México (ahora Mexicas) en 2016 donde jugó hasta 2018 cuando consiguieron ganar el Tazón México III. No participó en ninguna franquicia de la liga en 2019, pero regresó en 2020 al equipo Raptors de Naucalpan, manteniendo su número 40 de jersey.

Sus números en la temporada 2020 le han permitido mantener su prestigio defensivo. Así, consiguió en 5 semanas jugadas, 16 tackleos, 6 asistencias, 1 asistencia en sack, forzó 2 fumbles y recuperó 1.

Jovanni ha estado, como la mayoría de los jugadores, manteniendo su preparación física desde su casa, pero ha estado también en clínicas virtuales de fútbol americano para mejorar su desempeño como coach en la Universidad del Valle de México, campus Cuernavaca. Indicó que Eumir Camacho, ahora compañero de equipo, lo invitó a coachear categorías infantiles en Águilas Blancas a los 17 años cuando jugaba en intermedia. Fue en su primer año de liga mayor cuando tomó mayor responsabilidad dentro de un staff. Ha colaborado en Jets de Balbuena, Toros de Chapingo hasta su actual posición de coordinador defensivo en Linces de Cuernavaca. No obstante, su labor no solo ha sido en equipos varoniles, ha sido head coach en una selección femenil donde consiguió la medalla de bronce al frente de su escuadra.

“Tienes que separar la parte de ser coach y la de ser jugador cuando estás en el campo para distinguirlo. Quienes hacemos esto, nos cuesta trabajo. Debemos acatar lo que nos manda el coach y al sistema para obtener los resultados. Sí sirve mucho porque se ve diferente. Es una buena ayuda porque se equilibra la opinión. Son dos herramientas valiosas que nos sirven mucho.”

En Raptors ha tenido la oportunidad de tener grandes líderes que le han enseñado muchas cosas. Considera que lo importante en la LFA es el entendimiento del papel que juegan aquellos que aparte de practicarlo, son coaches. Eso se ha visto en los dos equipos donde ha participado y ha hecho lo que le corresponde realizar lo mejor posible.

Luis Trujillo hizo la distinción del uso de colores que ha tenido Jovanni. El cambio del rojo al verde fue debido a una invitación por parte del equipo de Naucalpan quien no solo buscó a Jovannni, sino que en total fueron cuatro jugadores quienes participaron con anterioridad en Mexicas y habían descansado en la cuarta temporada de la LFA.

“Ya me iban a cortar en la tercera temporada de la LFA. El coach Cervantes me hizo ver la falta de preparación que tenía en 2018. Soy un jugador de retos y me empecé a preparar desde diciembre de 2017 a enero de 2018. Fue una temporada rara por no tener un lugar fijo donde entrenar; por fin nos asentamos en un colegio y la huelga que tuvimos nos sirvió para unirnos como un real equipo. Algo similar a lo que sucedió últimamente con Condors. Nos compenetramos para conseguir salir de la adversidad hasta en el juego final por el Tazón México III. Fue muy agradable esa temporada con todas las experiencias que vivimos.”

Consideró que los jugadores que conformaban a esos Mexicas no contaban con tanto “renombre”, pero la estrategia del staff de coacheo consiguió hacer las cosas de forma sencilla y que se adaptara a todos los jugadores. El talento y el liderazgo se conjuntaron en esa temporada para hacer lo que se llegó a considerar poco probable. Las dos primeras temporadas de la franquicia no fueron buenas y eso era una motivación para conseguir lo más que pudieran.

“El compartir el terreno con gente que ha tenido gran experiencia, es algo que pocos pueden tener esa fortuna. Adentro del campo, si encuentras esa seguridad, los resultados se dar por sí solos. El talento que se ha conjuntado en Raptors no tiene comparación y se demostró en el desempeño tanto defensivo como ofensivo. Dentro del campo soy otro y afuera puedo tener grandes amistades. Con Bruno Márquez me enfrenté desde niño y ahora la diversión se da muy fuerte.”

El cambio de la LFA se ha notado por el talento de la juventud que se ha sumado a la liga. Antes se veía lenta, pero a partir de la temporada 2018 se comenzó a notar la diferencia. Desde la preparación que ahora les exige mantenerse al máximo de su capacidad, hasta el entendimiento del fútbol americano en sí. En 2019, se vio una gran diferencia y fue algo emocionante y real.

“Si queremos seguir jugando, nosotros los veteranos mayores de 30 años, estamos obligados a prepararnos. No hay más. Podré compensarlo con experiencia, pero la conjunción de eso con la juventud, es algo estupendo. Afortunadamente no he tenido tantas lesiones; eso puede darme dos o tres años más para seguir en el campo y quiero ‘sacarme la espinita’. Si pudiera aportar lo que sé en la LFA, por supuesto que tomaré la oportunidad para continuar en el proceso de crecimiento de la liga”, puntualizó.

Por: Cinthya García Guerrero

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