La entrevista del jueves por la noche fue de uno de los jugadores que han dado muestra de que la perseverancia, actitud y constancia son parte de su voluntad por conseguir lo que ha deseado.

Luis Trujillo y Carlos Rosado entrevistaron en LFA Total a uno de los jugadores LFA que forma parte de la primera generación de #mexICAN stars.

Diego Jair Viamontes Cotera es un receptor que jugó liga mayor en Linces de la UVM, donde comenzó a destacar al ser seleccionado nacional. Participó en 7 selecciones: Junior World Championship (Canton, EU) 2009, Senior World Championship (Austria) 2011, Tazón Azteca (Monterrey) 2012, American Bowl (Ciudad de México) 2013, Tazón Azteca (Chihuahua) 2014, American Bowl (Chiapas) 2014 y Senior World Championship (Canton, EU) 2015.

Fue de los fundadores de la Liga de Fútbol Americano Profesional como integrante de Mayas de la Ciudad de México y con quien consiguió ser bicampeón en 2016 y 2017.

En 2019 realizó las pruebas para buscar un lugar en alguno de los 9 equipos de la CFL. Su tenacidad fue recompensada y consiguió un contrato con el equipo de Edmonton (antes Eskimos).

Permanece en Edmonton donde está por comenzar su preparación física para la siguiente temporada y ha comenzado a echar raíces en dicha ciudad. Además del deporte, está por abrir una cafetería.

Su llegada a la CFL fue un tanto indiferente; sin embargo, a las pocas semanas cambió la perspectiva de sus compañeros de equipo. Se dieron cuenta de que contaba con conocimientos del deporte. La gente fue cálida (a su forma) y se sintió cómodo. Con sus compañeros de equipo hubo algo de incertidumbre, hasta que demostró que podía competir por un lugar en el equipo. El nivel de atletismo es muy elevado en Canadá.

“Estás siendo observado todo el tiempo. Eres el último de la ‘cadena’; en todos los entrenamientos me quedé a la postpráctica. Todos esos ‘extras’ son los que están presentes en los coaches. En cuanto a talento, es muy parejo. Lo que diferencia es el avance individual”, comentó Jair.

La primera vez que se enfrentó a un profundo de Canadá en 2019, fue interesante porque no reaccionan igual. La diferencia del fútbol de cada país es la velocidad.

Su historia comenzó en Redskins de Lomas Verdes y no fue muy vistosa, gracias a su amigo de primaria Matías. La intención por destacar lo llevó a quedarse después de las prácticas para recibir pases. En juvenil fue seleccionado y prosiguió con su cumplimiento de retos y metas.

La meta siempre fue jugar a nivel profesional. Esos “extras” que ha dado, lo han llevado hasta el lugar donde está.

Con su llegada a Linces, su head coach lo llevó a incursionar en la LFA. No obstante, se estuvo preparando con Carlos Rosado para cumplir sus objetivos.

En su trayectoria tuvo que ahorrar dinero para poder pagar sus viajes y asistir a los eventos donde realizó las pruebas y tryouts. Sus intentos se veían truncos al considerarlo pateador. El proceso fue difícil, pero se mantuvo constante sin importar los inconvenientes que tuvo que enfrentar, que han sido muchos y muy duros.

Jair no contó con agente para los procesos de reclutamiento en los eventos a los que asistió. Ha luchado y experimentado muchas situaciones que podían haber sido detonantes para renunciar a su sueño.

“En 4 o 5 años, la LFA ha evolucionado tremendamente. En un inicio, los jugadores solos han renunciado a seguir pues no han contado con la preparación necesaria. Del año 1 a este, ha crecido de forma impresionante. En México podemos contar con pocos jugadores de alto nivel y están aquí. La LFA lo ha conseguido. Lo que se debe hacer para aprender a ser jugador profesional es procurar que se pueda vivir del deporte; es difícil, pero no debería ser excusa para prepararse físicamente. El nivel técnico en México está muy bien, pero el aspecto atlético no ha sido con preparación inteligente, enfocados a cada posición”, sentenció.

Al día siguiente del término de la temporada en la CFL, hay entrevistas personales en las que les informan cuál será su situación. La emoción es impresionante antes y después de eso.

“Estaba sentado en la sala. Justo antes de decir mi nombre, pensé las opciones si no me seleccionaban. Un minuto después, escuché mi nombre y dos horas después de eso, fue cuando me di cuenta de lo que me estaba sucediendo. Tuve sentimientos encontrados, pero muy feliz”, confesó.

No se encuentra a favor de que los jugadores colegiales extiendan su etapa de liga mayor más de cinco años. Considera que esos procesos reducen la “producción” de jugadores con talento para destacar todavía más.

“Liga mayor es una etapa para disfrutar, no para aferrarse. Eso le hace daño al fútbol americano”, finalizó.

Por: Cinthya García Guerrero

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