El programa de este jueves tuvo a un invitado que no se ha relacionado con la Liga de Fútbol Americano Profesional; sin embargo, fue un jugador con trayectoria que fue más allá de las fronteras del país y se ha desempeñado como coach desde su regreso.

Gustavo Adolfo Tella Topete jugó su etapa colegial en la ciudad de Toluca en el Estado de México. Comenzó en Potros Salvajes de la UAEM y a finales de la década de los noventa, se incorporó a Borregos del ITESM campus Toluca. Fue seleccionado nacional en tres ocasiones por su desempeño como receptor.

No obstante, su esfuerzo trascendió para conseguir ser uno de los 17 jugadores mexicanos que pertenecieron a la NFL Europa y fue invitado para formar parte del practice squad de la NFL. En esa etapa de su carrera deportiva, participó en Rhein Fire de Düsseldorf (2005) y en Berlin Thunder de Berlín (2006 y 2007), ambos en Alemania.

Su trayectoria laboral se ha enfocado principalmente al fútbol americano, aparte de haberlo practicado, ha sido coach en varias instituciones y en equipos de Europa. Lo que le ha permitido tener una visión distinta de la labor a la cual se dedica. Es head coach de Borregos del ITESM Toluca desde 2019, lo que a sus 40 años puede darle la oportunidad de construir un equipo que cumpla con sus expectativas. Además, tuvo una discreta participación en el primer año de Osos de Toluca de la LFA al frente de la coordinación defensiva.

Luis Trujillo y Juan Pablo Farril sostuvieron la plática con Gustavo Tella, a quien recordaron como comentarista hace algunos años. El sobrenombre de “Topo” se derivó de su apellido materno y, desde la educación primaria, es como se le conoce en varios ámbitos.

Al hablar del profesionalismo del fútbol americano en el país, consideró a la LFA como gran proyecto, de un gran nivel, donde se está haciendo una enorme escalera para los jugadores egresados de liga mayor. La percepción de la liga fue errónea al relacionarla con el nivel máster pues los jugadores que ingresan, refrescan a los equipos.

De la percepción que tenía en 2017, a la de ahora, comentó que “no había tenido contacto con la LFA y estando dentro de un equipo me di cuenta del gran nivel que tiene. Yo no me metería para exponerme. Ya tuve mi tiempo, el cual ya no podía dedicarle. Me siento afortunado por no haber tenido tantas lesiones y el tener ya una familia, me frenó para regresar a jugar”.

Su llegada a NFL Europa fue por el programa de scouteo que existía en el país en ese entonces. Se hizo un grupo selecto que se encargaba de ver a los prospectos. En 2003 se enteró del programa y fue invitado a hacer las pruebas para sus primeros registros. Sus resultados fueron favorables, pero estaba en su tercer año de liga mayor.

Al término de sus estudios superiores, le llegó la oferta para ir al campamento de entrenamiento de Tampa Bay y, aunque le quedaba un año de elegibilidad, tomó la oportunidad. Su experiencia resultó interesante por la competencia por un lugar con jugadores de otros países. Dos semanas que considera las más difíciles de su vida. Al último corte, fui seleccionado para jugar en Rhein Fire de Düsseldorf y comencé en NFL Europa.

La recomendación que da a la LFA para que tenga un crecimiento constante es incrementar la preparación (tanto para los jugadores como para coaches), buscar el talento joven pues es un factor decisivo, escuchar la experiencia de los jugadores que tuvieron oportunidad en CFL y buscar clínicas que aclaren el panorama de quienes están en búsqueda de un lugar. De hecho, propone la creación de un campamento para generar un modelo que ayude a las nuevas generaciones.

Luis Trujillo puso “el dedo en la llaga” al hablar del momento que viven los jugadores que están por terminar liga mayor, pues la edad es un factor que puede determinar la continuidad de los jugadores. A eso, Gustavo Tella comentó que para él hubiera sido lo mejor irse a jugar profesional desde los 23 años para tener mejores oportunidades. “Se debe ser muy claro en cuanto a los requerimientos de los jugadores para concluir su elegibilidad. Es algo delicado”, expresó.

El ejemplo de Isaac Alarcón, con 22 años, es considerado como especial. Él es el referente para tomar en cuenta que la edad sí hace diferencia. “lo bueno es que las temporadas no se juegan al mismo tiempo. LFA a inicio del año y CFL de medio año a finales de este. No se perdería el tiempo”, comentó.

El primer año de Osos de Toluca fue complicado por la conformación de equipo. Son pocos los jugadores que viven en esa ciudad. “El armar el equipo fue todo un reto para tener buena convocatoria y conjuntar talento que pudiera cumplir con el compromiso. Es cuestión de darle tiempo para que se acoplen.”

Al hablar con los jugadores de su equipo de liga mayor, percibe que ha crecido la expectativa y deseo de jugar en LFA, con el objetivo de llegar a la CFL y mantenerse activos. Quieren dar el siguiente paso. Se están graduando jóvenes, lo cual es muy positivo para el deporte profesional.

“Los jugadores deben escuchar a la experiencia. Oír a la gente que ha llegado a niveles más altos. Mejorar los fundamentos y preparación. Se deben marcar metas a corto, mediano y largo plazo con la disciplina que no les haga desperdiciar el tiempo. Al final, poner en una balanza lo que se desea”, finalizó.

Por: Cinthya García Guerrero

Cinthya García
Redes
Últimas entradas de Cinthya García (ver todo)

Deja un comentario