En muchas ocasiones es recurrente pensar que ciertos miembros de un grupo o equipo son irremplazables o necesarios para el buen desempeño. Sin embargo, en otras tantas ocasiones la realidad se manifiesta dando lecciones de gran importancia.

La creación de un equipo, ese “ensamble”, requiere una concienzuda observación y análisis específico de cada una de las partes. Así, en el fútbol americano se va haciendo el armado de un equipo. Desde el staff de coacheo, pasando (obligatoriamente) por quienes pertenecerán al equipo de forma activa como las piezas que actuarán, hasta el personal que le apoyará en otras actividades.

Se dice que todos somos necesarios, mas no indispensables.

Cuando un conjunto se comporta de tal forma que consigue alcanzar objetivos fijos que no son más que el éxito, difícilmente se acepta que alguno de esos integrantes falte.

Eso sucede cotidianamente en este deporte, pues desde las categorías infantiles hasta el nivel profesional, se van quedando “vacíos” que muchas veces pueden ocasionar preocupación por no tener quién los reemplace con la misma efectividad. No obstante, la experiencia y un sinnúmero de historias, dictan lo contrario.

El término de etapas va dejando huecos que son llenados por quienes se van integrando posteriormente. Así es la historia natural de todos los seres humanos, sus grupos y congregaciones. Lo que no nos permitimos, por naturaleza, es lidiar con la incertidumbre y el deseo se vuelve creciente por asegurar el sentido de protección o complemento de lo que nos está “haciendo falta”.

Quienes deciden partir se llevarán los mejores deseos… así se recomienda abordar una pérdida. Porque quien llegará, contará con habilidades frescas, nuevas formas de desempeñar sus asignaciones, posiblemente esté en mejores condiciones por la simpleza de su juventud, demostrará hambre por dar lo mejor de sí mismo para trascender y representará de forma comprometida a quienes apuestan por su potencial en pleno esplendor.

Así es como se ha ido construyendo la historia de cualquier deporte.

The difference between a successful person and others is not a lack of strength, not a lack of knowledge, but rather a lack of will. (Become the coach you were meant to be, Paul J. Meyer, 2007, p. 10, cita de Vince Lombardi)

“La diferencia entre una persona exitosa y otras, no es la falta de fuerza, no la falta de conocimiento, sino la falta de voluntad.”

La postura ante lo desconocido siempre es algo amedrentador, pero la actitud que se adopte será la que permita que la iniciativa por mantener engrandeciendo a este deporte sea la que nos rodeé de personas mejores.

Por: Cinthya García Guerrero

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