Desde un principio se supo que abrir un equipo de fútbol americano en Tijuana iba a ser un gran reto en el tema deportivo y sin duda el staff de coacheo, así como los jugadores, supieron sacar provecho de varias circunstancias despertando la esperanza en el equipo fronterizo. Lo más difícil ya se hizo, lanzar la primera piedra, ahora viene la construcción.
La victoria nunca llegó en los seis juegos de temporada regular, sin embargo conforme fue avanzando la temporada más parecía que iba a suceder, pero no había profundidad suficiente para mantenerse arriba en el marcador o darle la vuelta al juego en los últimos minutos y, aunque por la marca pareciera que no fue una buena primera temporada, dejaron un gran sabor de boca.
No sólo la cantidad de aficionados que se presentaron en todos los partidos de locales entregando un gran ambiente cada fin de semana fue lo positivo, a su vez la defensiva de Galgos, en la vía aérea tuvo una de las mejores actuaciones, colocándose como la segunda mejor después de Mexicas con 1,109 yardas permitidas y con Enrique Altamirano como líder en intercepciones al final de la temporada regular.
Por otro lado, algo que podemos destacar en la ofensiva es que definitivamente encontraron a su quarterback ideal para jugar en la siguiente temporada y ese es Diego Ruiz ya que le puede brindar al ataque mayor efectividad, pero a su vez la capacidad que tiene de rolar o correr la bola en caso de no encontrar algún receptor abierto lo vuelve sumamente peligroso y complejo de detener.
Simplemente lo podemos ver en su rendimiento, llegó en la semana 5 y jugó tres partidos lanzando para 529 yardas (más que cualquier otro quarterback del equipo desde la semana 1) y tuvo dos pases de anotación. En el emparrillado se notó mayor ritmo y consistencia, así como fueron pasando las semanas más detonó la calidad de quarterback que es.
Mantener a Ruiz en los controles es sumamente importante para brindarle más consistencia al ataque así como reforzar a la línea con el fin de ayudarle a desarrollar una mejor ofensiva a la hora del juego. Existieron receptores que respondieron de manera eficiente como Alberto Lemus o Cody Smith y en el ataque terrestre un gran trabajo de Alejandro Mendoza, pero tras la constante presión o poca resistencia para abrir huecos llegaban las entregas o los tres y fuera para Galgos.
De igual forma podrían seguir reforzando la línea defensiva en este draft o con la agencia libre para que exista rotación efectiva y puedan mantenerse agresivos, presionar al quarterback o bien frenar la carrera, pues no consiguieron hacerlo de manera consistente los cuatro cuartos.
Sin duda la afición de Galgos no debe de preocuparse, pues el staff del coach Burguete ha encontrado todo el apoyo y la motivación para empezar a crear un equipo totalmente competitivo, donde no me sorprendería ver algunos movimientos o contratos inesperados con el fin de armar un conjunto aún más peligroso.
El primer paso ya se dio, que fue armar un equipo, ahora ya saben cuáles son las áreas que deben de reforzar y probablemente haya jugadores interesados en vivir la experiencia de todo lo que Tijuana puede ofrecer, pues una vez que arranque la pretemporada oficial de la 2023 será cuestión de tiempo para liberar a la verdadera bestia.
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