Poco a poco hemos empezado a percibir el cambio generacional en la LFA con estos nuevos prospectos que han llegado a sumar en la parte deportiva y justamente en esta temporada del 2022, ante el retiro de Roberto “El Monstruo” Vega, llegaron dos jovencitos quarterbacks a la ola morada causando sorpresa, uno de ellos es Erick Niño de la Rosa. 

Niño llegó en el draft 2022 con un expediente en liga mayor un tanto silencioso, pero con un corazón vibrante al tener la oportunidad de regresar a su tierra de origen y, sin ninguna expectativa, poco a poco fue demostrando su potencial para arrancar la temporada como quarterback titular. ¿Cuál es la historia de uno de los quarterbacks promesa de Dinos? 

Nacido en Saltillo, Niño fue motivado por su papá quien también jugó americano e inclusive terminó siendo su coach en su formación como jugador a los 3 años de edad. Erick recuerda con mucha emoción la pasión y el amor que sintió por este deporte desde muy pequeño e inclusive que siempre llevaba consigo un balón;  aspecto que hasta la fecha continúa vigente, pues en todo momento del campo, siempre trae un balón en la mano.

En el 2004, jugando en Burritos Pardo logró su primer campeonato contra Lobos.  Posteriormente, jugó en Águilas de Saltillo donde empezó a desarrollar más su brazo y los pases verticales, pero confesando que no había mucha variedad en el sistema en ese momento y conforme más iba creciendo más fue percibiendo las demás oportunidades que incluía el football además de la parte recreativa buscando una beca. 

Fue entonces que en el 2015 formó parte de Leones Anáhuac Norte en la intermedia logrando el campeonato cuando competían en la OFAMO, sin embargo en el 2016 regresó a Saltillo y finalmente en el 2018 fue reclutado por Linces México donde terminó toda su liga mayor. 

Niño comenta que el haber llegado a Linces le dio muchísimo más apertura en los conocimientos de una ofensiva, pues al estar bajo la tutela del coach Rodrigo Pérez, junto con lo que aprendió en la Anáhuac, lo llevó a actualizar y a desarrollar un mejor juego, aunque la mayoría de las veces estuvo compitiendo fuertemente con sus demás compañeros de posición. 

“No tenía muchas repeticiones y eran pocas las oportunidades de pasar, pero nunca hubo una frustración como tal; entendí que era una parte del proceso”-comentó Niño- “Viendo el desarrollo de mis demás compañeros, aprendí de ellos y empecé a ponerle mi sello al juego en mi transición de quarterback de bolsa a alguien que empieza a rolar más. Nunca me sentí menos, porque sabía que no crecí con el mismo football.”

A pesar de tener unos años complicados después de su operación en el 2019, Erick nunca dejó de prepararse tanto en la parte física como en la parte del estudio al playbook, sin embargo no todo salió como él planeaba terminando la temporada en el 2021 con algunas dudas de seguir su camino en el football con la LFA. 

Cuando se declaró elegible al draft, Niño comenta que al principio pensaba que iba a ser seleccionado por Raptors por la relación que tenía con los coaches y jugadores del equipo, pero también pasó por su mente el irse a Saltillo y que sería muy agradable volver con su familia y jugar football, pero sabía que las probabilidades no eran muy altas pues no existió mucho video para que lo conocieran. 

Para su sorpresa y agrado, la ola morada seleccionó a Niño en la sexta ronda para la temporada del 2022. 

“-Está en ti si tú quieres jugar- me dijo el coach Adame al finalizar el Draft y desde que llegué siempre estuve listo para todo. El coach Rosado también me ayudó mucho a mejorar. Estoy convencido de lo suertudo que he sido de poder aprender de los mejores, que para mí son Rodrigo Perez y Carlos Rosado”-comentó. 

Al principio, adaptarse con sus demás compañeros fue un poco complicado pues no muchos sabían de él, pero poco a poco en las prácticas empezaron a darse cuenta de su empeño, compromiso y que él también buscaba lo mejor para el equipo. 

“Yo sabía que tenía algo que dar, sólo nunca se me había presentado la oportunidad para demostrarlo hasta ahora. Fue la mejor temporada de mi vida”-expresó- “Encajé muy bien como equipo y siempre tuve la palmadita que necesité en el momento correcto. Estoy muy contento en Saltillo con mi familia y amigos. Yo no tuve que modificar nada porque encajé muy bien. Todo se dio. El ser de aquí sí influyó y el saber que mi familia estaba en las tribunas. Disfruté todos los momentos también la entrega de la afición, está padre cómo lo viven.”

En muchas ocasiones Niño sorprendió con su brazo a más de un jugador veterano, coach o aficionado, reconociendo el trabajo y el talento del joven saltillense de 25 años quien junto con su compañero Alejandro Esquer, llevaron al equipo a una temporada 5-1, terminando la temporada regular en el primer lugar en la tabla, aunque desafortunadamente perdieron su pase al Tazón México V, pero Niño consiguió 767 yardas para estar dentro del top 5  y  registró 4 pases de anotación. 

Por supuesto que Niño, junto con los demás integrantes del equipo están ahora más hambrientos que nunca por lograr el campeonato y están totalmente incentivados para hacer la grande la próxima temporada, ya con mayor experiencia y desarrollo.

Definitivamente la historia de Niño nos deja varias lecciones y que el ser paciente y constante siempre nos dará una recompensa, pero hay que disfrutar el proceso. 

No cabe duda de que el nombre de Erick Niño de la  Rosa pasó de ser un nombre más a la lista a ser uno de los nombres más sonados tanto en el norte como en el centro del país, una de las tantas oportunidades que ha brindado la LFA desde su existencia, todos tienen su momento para brillar y el destello de Erick apenas comienza.

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