No hay muchos quarterbacks mexicanos que se atrevan a actuar con tanta intensidad cuando se desarrollan las jugadas; existen los quarterbacks físicos por su misma complexión y algunos otros con un estilo de juego diferente, pero la esencia de Diego Ruiz, quarterback de Galgos, sin duda es algo muy particular. 

Ruiz se incorporó en la segunda mitad de la temporada de la LFA al equipo Tijuanense dándole un upgrade inmediato al desarrollo de la ofensiva y a pesar de no haber podido obtener alguna victoria en este año debut de Galgos, sin duda el staff reiteró que él será el quarterback de la franquicia para la siguiente temporada,  pero ¿Cuál es la historia de este jugador?

Originario de Tijuana, Ruiz, comenzó a jugar football a los cuatro años de edad, empezando con la modalidad de banderitas, todo con la motivación y el impulso de su padre quien estaba siendo coach en el club Delfines, equipo que fue un gran representativo y muy reconocido en nivel competitivo de Baja California. 

“Me gustaba mucho el football, tacklear, el juego en sí me divertía”- expresó Diego.

Una de sus posiciones favoritas de desarrollar fue la de linebacker, pero finalmente encontró el camino a la ofensiva a los 13 años de edad cuando empezó a jugar de receptor y quarterback en CETYS Tijuana, compartiendo la posición de quarterback con Alberto Lemus, jugador con quien coincidiría años después en Galgos LFA.

Diego comenta que desde muy joven tenía las habilidades para lanzar la bola y por ello varios coaches lo consideraban como quarterback de tercer o segundo equipo hasta su segundo año de prepa cuando empezó a desarrollar la titularidad, sin embargo eso le empezó a ejercer un tanto de presión, lo cual lo llevó a una de las principales experiencias que lo hicieron madurar.

Al año siguiente, Ruiz tuvo una lesión en la segunda jornada y pensó que así culminaría su trayectoria en el football, pero una parte de él sabía que no podría terminar de esa manera todo lo que había vivido y todo lo que había compartido con su familia, fue así que su hermano, quien ya estaba reclutado por la UDLAP, lo conectó con el reclutador de los Aztecas, universidad a la que ingresó posteriormente. 

“He vivido el football toda mi vida, se la responsabilidad de conlleva, no tanto física o de estudio, también emocional”- expresó-  “El quarterback es la posición más difícil en los deportes, porque tienes que dominar muchas áreas pre y post snap…hay mucha presión y me di cuenta que podía trabajar el aspecto emocional si me preparaba también en esa área. Este conflicto es por la responsabilidad que sientes de cumplir en la realidad es muy positivo, porque eso significa que la gente cree en ti.”

Su primer año en los Aztecas fue el 2013; vivió, no solo un campeonato, sino el bicampeonato, así como el campeonato nacional en el 2016; también fue que empezó a desarrollar su particularidad de juego yendo a tacklear cuando decidía correr la bola, aspecto que no es muy común en los quarterbacks, pero a su vez nos sorprendió con grandes jugadas aéreas culminando como MVP de la temporada 2017 en CONADEIP. 

Fue invitado al Tazón de Estrellas 2016, selección nacional del 2015-2019 y selección ideal. Por si fuera poc, también obtuvo el reconocimiento que da la UDLAP a los estudiantes atletas más destacados conocido como “Azteca del año” en el 2018. 

“Al football americano le debo mucho, fue el vehículo para que yo pudiera tener una beca deportiva a su 100% en una casa máxima de estudios privada en México”-comentó – “Mucha gente cree que el football es para divertirse, pero también es una herramienta que brinda muchas oportunidades en becas y la apertura de muchas más puertas. Lo que necesita México son egresados.”

Ruiz culminó su liga mayor en el 2019, formando parte del draft 2020 en la LFA donde fue seleccionado por Artilleros, desafortunadamente se vio suspendida la temporada debido al COVID. 

“Que bueno que está creciendo la liga para lograr este punto de poder empezar a visualizar el football como algo más sustentable. Desde un principio, con mis demás amigos que también formaron parte del equipo, estuvimos convencidos con ese proyecto.”

Después de todas las pausas y las incertidumbres, Ruiz ya había cerrado el capítulo de jugar fútbol americano nacional, sin embargo la espinita seguía en el corazón latente de este quarterback y a pesar que muchos coaches lo buscaron finalmente cedió con el coach Burguette, formando parte de Galgos en esta temporada 2022 lo cual se acomodó de manera ideal para él pues tenía familia ahí y lo motivó a salir de la zona de confort. 

“La gente de Tijuana es muy apasionada por el deporte por lo tanto no me sorprendió lo que ví en el estadio Caliente. La organización ha hecho un buen trabajo en marketing, la experiencia y la difusión”- comentó respecto a su experiencia en el equipo- “Espero de Galgos (para el 2023) un equipo más consolidado y que jugadores foráneos nacionales se den cuenta que es un proyecto agradable, con la inyección de más recursos será un equipo más competitivo.”

Diego Ruiz fue un quarterback que dejó huella en sus años de liga mayor con los Aztecas y que sin duda aún tiene varias hojas en blanco que llenar de más historias en su camino por la LFA; si esta intensidad nos las dio en menos de media temporada no nos imaginamos lo que podemos esperar en una temporada completa, sabiendo que él es el indicado para llevar el ataque de Tijuana.

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