El día internacional de la salud se celebra desde hace más de 70 años para conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año se aborda un tema diferente (considerando los temas prioritarios) propiciando la sensibilización de la población y la generación de cambios a favor de la salud.

En este año, la construcción de un mundo más justo y saludable ha sido el tema de elección. Continuamos viviendo las consecuencias de la pandemia por COVID-19, enfermedad que ha cruzado continentes, afectando a personas cercanas, amigos, familiares o, incluso, a nosotros mismos.  

Desafortunadamente esta situación mostró la gran desigualdad que existe en las áreas de salud y bienestar dentro y entre los países, donde el de mayor poder adquisitivo tiene atención médica de calidad, pronta y oportuna. Mientras que los más afectados, los que sufren pobreza, exclusión social y discriminación, son los que menos accesibilidad tienen; situación que, sin duda, ha contribuido a la propagación de la pandemia.

La OMS reportó que aproximadamente entre 119 a 124 millones de personas fueron arrastradas a la pobreza extrema secundario a la pandemia y, en cuanto a la pérdida de empleos, se vio mayormente reflejada en las mujeres que en los hombres.

Esto permitió identificar las deficiencias de nuestros sistemas de salud, siendo prioritario el que los gobiernos fortalezcan dichas áreas y eliminen las barreras para el libre acceso a estas; disminuyendo la desigualdad, generando apertura para que toda la población tenga acceso a una vida plena y saludable.

La Organización Mundial de la Salud ha generado 5 llamamientos para mejorar estas condiciones:

  1. Agilizar el acceso equitativo a las tecnologías contra la COVID-19 entre países y dentro de ellos. Creación y aprobación de vacunas seguras y eficaces, garantizando la disponibilidad para toda la población que la necesite, el contar con oxígeno medicinal disponible; así como la creación de medicamentos contra esta enfermedad.
  2. Invertir en atención primaria. Las intervenciones en la atención primaria han demostrado los mejores resultados sanitarios, incrementar la cantidad de profesionales de la salud, igualdad salarial.
  3. Priorizar la salud y la protección social. Ha incrementado la pobreza secundaria a las repercusiones socioeconómicas.
  4. Crear barrios seguros, saludables e inclusivos. Mejorar sistemas de transporte, servicios básicos de la vivienda (agua, drenaje, electricidad).
  5. Fortalecer los datos y sistemas de información sanitaria. La estadística sanitaria bien hecha, siempre brindará herramientas para realizar las intervenciones adecuadas.

El Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, hace referencia a que la salud es el motor de desarrollo, por lo que es momento de invertir en la salud.

Esta situación es prevenible y todos debemos participar para que ocurra.

Todo esto genera que menos niños regresen a la escuela, que se merme la educación y el desarrollo social.

Por: Luis Gerardo Vázquez Villarreal

Director Médico y Ciencias Aplicadas al Deporte LFA

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