“El fútbol americano me ha dado todo. Una familia, educación, amigos, trabajo, felicidad.”

A partir de los 8 años de edad, el corredor Dan Ávila comenzó su trayectoria con Frailes del Tepeyac, inspirado por su familia. Poco a poco se ganó las miradas de la afición.

En sus años de colegial, fue reconocido en múltiples ocasiones como jugador más valioso de la semana y gracias a ello logró “vestirse de verde” al participar en la selección nacional del año 2009 y, aunque en 2010 fuera su último año de liga mayor, en 2012 fue convocado para jugar el Tazón Azteca representando a México una vez más.

Se pensó que nunca más volveríamos a ver la versatilidad del corredor en los emparrillados; sin embargo, la LFA llegó en 2016 para dar la oportunidad de revivir a jugadores que aún tenían “cartuchos” guardados. Así fue como Dan formó parte de la “furia verde”, convirtiéndose en uno de los jugadores más emblemáticos del equipo. 

“Entré a la LFA para tener la oportunidad enfrentar a los mejores jugadores del país en equipos más equilibrados que en liga mayor” -comentó el jugador.

Desde su primer año en la liga (portando el jersery número 1) demostró que aún tenía magia dentro de sus cleats,logrando ser uno de los primeros corredores del equipo en anotar un touchdown en la primera temporada. Los años que le siguieron (ahora con el número 3) se llenaron de anotaciones únicas y por supuesto celebraciones inolvidables.

En cinco años recorridos registró 1,148 yardas terrestres para colocarse en el segundo lugar de los corredores más productivos de la liga. En cuanto anotaciones, con un total de 23, está dentro del ‘top’ tres generales y el mejor de Raptors. Una de sus virtudes es que no se limita a la parte terrestre, también es un jugador efectivo por la vía aérea.

Los números son solo un registro comparado con lo que el jugador demuestra en el emparrillado. El compromiso total y la entrega a este deporte lo llevaron a ser el capitán de la quinta temporada donde buscó dejar un mensaje claro para las generaciones más jóvenes.

“No dejes de aprovechar la oportunidad de jugar; si lo enfocas correctamente te puede dejar las mayores alegrías y oportunidades en la vida” -expresó- “el football es un deporte formativo y a futuro, con un buen desarrollo, puede ser una potencia en México.”

Una de las misiones que tiene con la liga es que futuras generaciones puedan vivir de este deporte y crezcan las expectativas del fútbol americano en México, logrando que las autoridades noten el potencial e inviertan en él. Por otro lado, que sea vea como un principio, no como una opción, el formar estudiantes-atletas.

La magia del corredor aún no termina del todo; quedan cuentas pendientes, sobre todo por la pausa inesperada de la temporada, que seguramente va a saldar.

Por: Fernanda Mayen

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