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Las impactantes imágenes de Tua Tagovailoa (Qb de Miami Dolphins) posterior a un tackleo recibido durante el pasado Thursday Night Football el 29 de Septiembre le han dado la vuelta al mundo (por respeto al jugador y al deporte no la mostraremos en este artículo).

La postura adoptada es una clara muestra de daño neurológico agudo aún ante los ojos de profesionales no relacionados a la salud; el contar con un evento previo una semana antes que también circuló en redes sociales y noticias generó especial atención de la afición, comentaristas, coaches y más profesionales del medio.

La activación competitiva del jugador posterior al primer evento fue el primer foco rojo de la situación que actualmente sigue generando cuestionamientos respecto a la existencia y eficiencia de protocolos para la detección, tratamiento e inactivación competitiva en caso de una conmoción cerebral.

La NFL tiene un sinfín de actividades de actualización dirigidas a sus staffs médicos a lo largo de todo el año, uno de los eventos más importantes se realiza durante el mes de Febrero a manera de congreso para los diferentes perfiles en salud que atienden en los equipos, a la par que se realiza el Combine. Por medio de estas actividades se protocolizan a nivel liga diferentes atenciones médicas incluidos los posibles casos de conmoción cerebral.

Ante un posible evento durante competencia, el jugador en riesgo será evaluado por el staff médico del equipo y por un neurocirujano que funciona como consultor externo con la intención de no generar conflicto de intereses en la toma de decisiones que involucren un retorno al juego.

Cuando la evaluación se realiza en campo es importante el aislamiento del entorno, ya que muchas de las evaluaciones están relacionadas a respuestas neurocognitivas en donde la saturación de estímulos visuales, auditivos y atención pueden complicar la revisión.

El dictamen inicial mas importante es el del neurocirujano que cumple con la función de consultor externo, su recomendación respecto a la inactivación o retorno a competencia idealmente debe ser inapelable; sin embargo dentro del deporte profesional también es una realidad que pueden existir diferentes vías de presión enfocadas a intereses personales, institucionales o de equipo que concluyan en un caso omiso y aumento del riesgo que van desde la exposición a un segundo evento hasta consecuencias irreversibles.

El futbol americano es un deporte de riesgo al ser una actividad de contacto con múltiples mecanismos de aceleración, desaceleración, rotaciones, impactos y caídas que incrementan la posibilidad a sufrir una conmoción cerebral; sin embargo, no es el único deporte en donde se presentan estos mecanismos ni donde mas ocurren. Se presentan con mucho mayor frecuencia en deportes de combate.

Es un hecho que las ligas de todo tipo y niveles requieren personal altamente calificado para procurar la salud de sus practicantes. Desde el 2018 la LFA ha incorporado protocolos de conmoción cerebral a sus campos desde el que incluyen la participación del “Red cap team” grupo de médicos especialistas en neurocirugía que trabajan en conjunto con los staffs médicos de los equipos para realizar evaluaciones en campo o externas según la necesidad de la situación para emitir una recomendación descentralizada que garantice la seguridad de los jugadores.  Del mismo modo, es de suma importancia que el médico responsable del equipo cuente con título, cédula profesional no solo de licenciatura, si no de la especialidad que ostenta; así como certificado del consejo de la especialidad a la que pertenece (idealmente especialidad en medicina del deporte). En caso de no existir alguno de estos documentos es importante señalar que se está faltando a la ley general de salud.

Respecto al caso de Tua, aún queda información pendiente que será revelada bajo la investigación que lleva a cabo la asociación de jugadores. En cuanto a la situación actual en nuestro país antes de cuestionar la existencia y eficiencia de protocolos en NFL; la temporalidad y la situación, nos invitan a analizar respecto a los servicios médicos dirigidos al futbol americano en nuestro territorio nacional en sus diferentes niveles y categorías.

¿Se encuentran encabezados por verdaderos médicos especialistas?

Luis Gerardo Vázquez Villarreal

Director Médico y Ciencias Aplicadas al Deporte LFA

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