En términos nutricionales, la cantidad de grasa, músculo, hueso y otros tejidos o componentes presentes en el cuerpo, se conoce como ‘composición corporal’.

La composición corporal está determinada por diversos factores como la alimentación, características de entrenamiento e, incluso, la genética. Es importante conocer la composición idónea de los deportistas según su disciplina para optimizar su rendimiento con diferentes intervenciones.

Para el fútbol americano no puede existir una sola composición corporal idónea; al ser un deporte de conjunto y debido a la gran cantidad de posiciones que existen con diferentes asignaciones caracterizadas por diversos gestos motores, ejecuciones que se ajustan al momento, movimientos explosivos, diferentes distancias recorridas, etc. Son solo algunos de los ejemplos de las variables que influirán en las necesidades nutricionales para satisfacer el gasto energético de un jugador y, por lo tanto, influyen en su composición corporal.

Contar con la información para mejorar las intervenciones que permitan optimizar el rendimiento de los jugadores, ha sido una necesidad clara y consciente que la LFA ha tenido desde sus inicios. Es por eso que, posterior a la formación de la Dirección Médica y Ciencias Aplicadas al Deporte, se han realizado intervenciones desde enero de 2018 (ampliadas con actividades y la Coordinación de Nutrición durante 2019).

Desde ese entonces se han realizado mediciones antropométricas en las sedes de entrenamiento y concentración de los equipos, capacitaciones a los staffs médicos de la liga que incluyen diferentes niveles de certificación internacional en cineantropometría para contar con mayor cantidad de profesionales de la salud capacitados en la toma de mediciones.

Para los nutriólogos de los equipos es crucial contar con esta información. De tal forma que, al inicio de la temporada 2020 se determinó la cantidad de evaluaciones mínimas a realizar por los nutriólogos en cada equipo. Así, se puede conocer la composición corporal de los jugadores y posteriormente realizar planes de alimentación personalizados para optimizar el rendimiento en entrenamientos y campos de juego.

Aún creando esta información para ser utilizada como referencia por posición, no existe una fórmula o método “mágico” generalizado para lograr los objetivos generales. Un nutriólogo en el deporte también tendrá objetivos e intervenciones específicas de acuerdo con la localidad, hábitos de alimentación o ajustes derivados de solicitudes o indicaciones del cuerpo técnico.

Tal es el caso de la nutrióloga de Fundidores, María Ana Villarreal, quién trabajó en el incremento de peso la línea ofensiva. Esta posición tiene como principal objetivo formar una barrera impenetrable, así como abrir huecos para los corredores. La intervención requiere una personalización con cuidados a detalle que permitieron a la nutrióloga lograr el objetivo, diseñando planes de alimentación con consumos cercanos a las 5000 calorías con el equilibrio adecuado de macronutrientes (carbohidratos, lípidos y proteínas), sin descuidar los porcentajes idóneos de la posición para grasa corporal sin repercutir en fuerza y ni agilidad de los jugadores.

Para Jesús Arturo Yebra, nutriólogo de Raptors fue un reto mantener la disciplina de los jugadores en pretemporada pues identificó que existía la posibilidad de que en las fiestas decembrinas los jugadores descuidaran los avances obtenidos. Eso podría atentar contra el inicio de la temporada. Trabajó de forma personalizada brindando asesorías a los jugadores respecto a la sustitución de alimentos en raciones adecuadas con platillos de temporada.

Esta situación es más común de lo que se puede imaginar en cualquier deporte; sin embargo, estableciendo una buena comunicación y personalizando intervenciones, se mantiene el objetivo. Aunque es una realidad que pocas veces se visualiza o es entendido por las autoridades relacionadas al deporte, la importancia y alcance de tener una composición corporal adecuada que permita la optimización del desempeño.

Existen infinidad de variables que pueden influir en el rendimiento de un atleta. La disciplina en la alimentación con intervenciones de nutrición deportiva puede ser uno de los recursos más eficaces para optimizarlo; es decir, una alimentación adecuada propiciará un entrenamiento efectivo y ambos modificarán la composición corporal positivamente para conseguir los objetivos deseados.

Por ello, si para ti como deportista profesional, amateur, colegial o recreativo ha quedado claro, no dudes en acercarte a un profesional de la salud especialista en el tema con la finalidad de formar sinergia para alcanzar tus metas.

Por: Raquel Benítez

Nutrición LFA

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