Conforme pasan los años, las ideas, los objetivos y las prioridades van cambiando, pero tener claro lo que se quiere hacer, es importante para lograrlo sin dejar pasar ningún detalle. Así es como se lo ha planteado Andrés Gómez, back defensivo de Mexicas.

Su historia en el fútbol americano comenzó a los 11 años de edad. Su primer equipo fue Dragones Rojos de Izcalli, posteriormente jugó en Bucaneros y en intermedia participó en Pieles Rojas (ahora Burros Blancos).

A pesar de desear jugar en liga mayor en Águilas Blancas, decidió quedarse en Burros Blancos, pues fue el equipo que lo invitó a dar el paso al más alto nivel del football estudiantil; portando sus colores hasta 2016, que fue su último año de elegibilidad.

En 2017, después de pensarlo dos veces, llegó a Condors para jugar en la LFA. Fue hasta 2019 que se hizo un cambio y fue transferido a Mexicas, donde juega actualmente. 

Para Andrés, el football es algo une a su familia. En liga mayor tuvo la oportunidad de jugar en el mismo equipo con su hermano menor Rafael, hazaña que querían repetir en la LFA; sin embargo, cuando Rafael llegó a Condors, Andrés ya estaba portando los colores de Mexicas, convirtiéndose en rivales.

No obstante, su familia ha estado al 100% con ambos y la emoción aumentó en la semana 5 de la temporada 2020 cuando Condors visitó a Mexicas, pues los dos tuvieron mucha actividad dentro del terreno de juego e, inclusive, una situación de cobertura personal.

Una de las enseñanzas más grandes para Andrés, en sus 4 años en la LFA, es que nunca se deja de aprender. Eso le ha ayudado a tener mejores resultados, por ello lo nombraron titular en la semana 1 donde recuperó un fumble, también logró una intercepción en la semana 5 de la temporada 2020.

El partido más importante para Andrés es el que juega fuera del emparrillado, pues hace poco se convirtió en papá y su posible regreso al football estaba en duda, pero justamente su nueva familia lo ha motivado a lograr el objetivo de la “sangre mexica” que es el levantar ese trofeo en un futuro.

Por: Fernanda Mayen

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