La gastronomía mexicana se caracteriza por ser poseedora de una gran variabilidad de deliciosos sabores, texturas y colores. Por otra parte, los momentos y episodios de alimentación representan una gran oportunidad para establecer y fortalecer vínculos sociales.

Bajo esta combinación y un ambiente festivo como las fiestas patrias, se vuelve una situación común el caer en excesos de diferentes consumos de alimentos y bebidas.

Se comete un doble error al caer en sensación de culpa, pero sin cambios en hábitos durante los días siguientes o el mismo día del festejo. Los platillos disponibles que ofrece nuestra gastronomía durante fiestas patrias no son una causa directa de daño para nadie en ninguna circunstancia; son mas bien los hábitos previamente establecidos o el poco interés de generar cambios o disciplina por el cuidado de la salud propia. 

El pozole por ejemplo; es un manjar muy completo ya que sus ingredientes y diversos complementos forman parte de varios grupos de alimentos. El platillo representa una excelente oportunidad para incrementar el consumo de verduras al agregar lechuga y rábano, incluso grasas de calidad contenidas en el aguacate. Los adicionales en exceso como tostadas con crema son los que representan un aporte en kilocalorías importante sin implicar un buen valor o aporte nutrimental, para disminuir lo anterior se puede optar por el consumo de tostadas horneadas y cremas reducidas en grasa.

Una posición determinante o extrema en el cuidado de lo anterior no justifica el consumir o proponer alimentos tradicionales mexicanos adaptados o modificados con recetas “fitness”. Tendrá mucho mayor efecto el realizar cambio de hábitos de manera estructurada y planificada.

El trabajo en ese cambio de hábitos no únicamente requerirá de intervención nutricional por parte de un profesional, idealmente debe ir acompañada por una atención medico deportiva que por medio de pruebas puede conocer las capacidades físicas de un individuo para posteriormente establecer un plan de ejercicio personalizado. Estas intervenciones en conjunto tienen un alto éxito terapéutico y de apego de relevancia para lograr un verdadero cambio de hábitos a favor de nuestra salud.

Los cambios o intervenciones que requiera cualquier persona serán diferentes, no pueden generalizarse y tampoco se corregirán de manera rápida o mucho menos en un solo evento; por lo tanto, el consumo de alimentos tradicionales durante fiestas patrias no debe ser visto con culpa o como riesgo; es mas significativo el visualizarlo como un indicador de descuido en hábitos previos que pueden ser modificados con voluntad, disciplina y seguimiento por profesionales de la salud.

¡Viva México! Buen provecho.

Luis Gerardo Vázquez Villarreal

Director Médico y Ciencias Aplicadas al Deporte LFA

Deja un comentario