Curiosamente en Mexicas hay varios jugadores que están subestimados, pero sus números de manera individual así como la contribución que tienen en su equipo son factores dignos para hacer mención y por ello, hablaremos del talento que existe en la profundidad defensiva de la sangre mexica con Ricardo Razo.

Razo fue el pick de Mexicas en la cuarta ronda del Draft 2020, llegando junto con Jerónimo Arzate y Gerardo Ramírez para reforzar de manera significativa el perímetro.

Sumando su producción de esa media temporada y la del 2022, tenemos 27 tackleadas, 5 pases defendidos, 1 sack y 1 intercepción para el egresado de Leones Anáhuac México.

El #3 de la Sangre Mexica está siendo una gran contribución a la zona profunda del campo conforme pasan las temporadas, pero ¿Cuál es la historia de Razo?

Cuando Razo tenía 13 años de edad estaba 100% dedicado a la natación, sin embargo, por unas malas experiencias en competencia decidió cambiar de deporte y fue así que un amigo suyo y él entraron a jugar americano en Redskins, Lomas Verdes.

Posteriormente, jugó su última juvenil e intermedia en Borregos CEM donde encontró que su posición ideal era ser parte del perímetro.

“La verdad odié mucho que me pegaran cuando pasaba de receptor, preferí ser yo el que diera el impacto”- comentó Razo – “Ser parte del perímetro considero que es de las posiciones más retadoras. Una de las cosas que más me gusta es que ando por todos lados”- añadió.

Para el 2013 llegó a Borregos Toluca donde vivió tres etapas que lo marcaron en su vida y en su carrera deportiva.

En su año de novato fue cuando empezó a darse cuenta que para ser alguien más competitivo tenía que construirse 100% como un atleta, pues el talento no iba a ser suficiente, sin embargo al año siguiente tuvo uno de los momentos más escalofriantes de su vida.

La segunda etapa que lo marcó fue ese año donde él se sentía listo para ser titular y en una jugada en el primer cuarto tuvo un impacto de gran magnitud que le aplastó dos vértebras lo que lo llevó directo al hospital y con la idea de no poder volver a jugar americano nunca más así como el caminar por sus propios medios.

“Más allá del dolor físico recuerdo que lo que más me pegó fue lo que me dijeron los doctores sobre ya no jugar americano nunca más”- recordó Razo- “Mi papá se movió de una manera impresionante consiguiendo a uno de los mejores médicos el cual me hizo volver a moverme después de la operación en un corto plazo de tiempo y me dijo que si quería jugar estaba en mí y mi rehabilitación.”

Razo se comprometió y, spoiler alert, regresó al emparrillado.

Prácticamente de película hecha en Hollywood, pues regresó a la mitad de la temporada en la que se lesionó y por supuesto recuerda a la perfección cuál fue el momento en que tuvo que soltar el miedo para continuar con su trabajo como defensivo.

“Fue en un juego contra Aztecas y estaba cubriendo a Robin González, tuve que soltar los miedos de mi mente y a partir de ese pase defendido jamás volví a sentir ese miedo”- recordó.

Ese año Borregos Toluca quedó subcampeón, pero para el año siguiente Razo vivió el primer campeonato de Borregos Toluca y el campeonato Nacional.

Su siguiente movimiento fue llegar a Leones Anáhuac México donde culminó su elegibilidad.

“Me gusta mucho la hermandad que se genera en el americano”- comentó sobre las razones por las cuáles decidió seguir jugando ahora en la LFA- “El americano es muy terapéutico, además que quería formar parte de este proyecto que cada vez luce con más consistencia.”

Para Razo, Mexicas le cayó como anillo al dedo pues llegó a un sistema ya familiarizado con el coordinador defensivo Luis Fernando Rodríguez, además que se reencontró con muchos compañeros.

“No creo que pueda jugar en otro lugar que no sea Mexicas”- expresó.
Razo está más preparado para esta temporada 2023 que sin duda lo ha motivado por la competencia y el calibre que se tendrá en la liga.

Por supuesto que el #3 de Mexicas está apuntando a los objetivos más altos, asegurando que este año será una de las mejores versiones de la sangre mexica.

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