Este mundo del football americano es para tener íconos que inspiren a las nuevas generaciones y en este año, con el MVP del Tazón México VI, Octavio González rectificó más su legado en nuestro football nacional.

Desde ya hace unos años, Tavo González ha sido un ídolo para los jovenes mexicanos que se desarrollan en su posición de liniero defensivo por muchas razones.

Entre sus skills en su posición, la disciplina que tiene con el ejercicio, pero al mismo tiempo es por todo lo que ha logrado en su trayectoria, conociendo a la par algunos momentos difíciles a los que ha salido adelante, colocándolo cada vez más como un referente actual de los linieros defensivos mexicanos.

Tavo empezó su vida en el football americano a los seis años de edad allá en el Cerro de la Silla (MTY) y se desarrolló también en USA en algún momento de su vida. Formó parte de Auténticos Tigres viviendo la experiencia de varios campeonatos nacionales, compitiendo entre los mejores equipos del football mexicano.

Vivió el sueño de ser selección nacional al estar en la selección senior en el 2015 para continuar escribiendo su historia como jugador de impacto con su siempre característica intensidad y la explosión que tiene una vez que se centra el balón; aspectos que definitivamente aún corren en su ADN a un 100%.

Después de la ola de jugadores mexicanos buscados por la NFL en los 90’s y cerca de los 2000, Tavo quizá formó parte de los pocos jugadores nacionales que continuaban siendo monitoreados por equipos de la liga más grande del football americano antes de la creación del International Pathway Program establecido en el 2017, siendo invitado a un entrenamiento regional de los Dallas Cowboys en el 2015 y en el 2018 participó en un minicamp de los NY Giants.

Se sumó a Fundidores y formó parte de la primera generación de los MexICanStars de la CFL en el 2019 cuando fue seleccionado por los BC Lions.

Después de la pandemia, parecía que el football ya no sería parte de los planes para él, aunque nunca dejó de entrenar intensamente, pues la intensidad rige en su personalidad.

Formó parte del Exatlón y realizó otras actividades que lo mantuvieron un poco alejado del foco del emparrillado, pero su regreso espectacular se llevó a cabo este año con los Caudillos.

En algún momento pensó que ya no volvería a jugar, pero el amor al football siempre resulta complicado dejarlo ir.

Terminó con 4 sacks, 7 presiones al quarterback y 8 tackleadas totales a pesar de haber sufrido algunas lesiones que impidieran tener un rendimiento completo, pero en su regreso a playoffs estuvo presente en jugadas fundamentales donde marcó el dominio de la defensiva caudillense así como ser uno de los factores por el cual Caudillos se levantó campeón en uno de los Tazones más defensivos en la historia de la LFA.

Aparentemente no hay nada que le haga falta a su CV: campeón en colegial, selección nacional, sellos NFL y CFL en su antecedente y ahora campeón en el pro y el MVP del Tazón México con más historia de la LFA, sumado a lo agresivo que es como jugador junto con su personalidad tan positiva.

Tavo podría retirarse en este momento y pasar a ser uno de los referentes en el football nacional, aunque ha mencionado que aún tiene historias por escribir en el mundo del emparrillado.

¿Qué camino le espera al #93 de Chihuahua?

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