Todas las familias que tienen la dicha de compartir el football tanto en el emparrillado como en la mesa de la casa son familias muy apasionadas, y normalmente, muy unidas. Cuando volteamos a ver los escenarios de familias dentro del football generalmente el vínculo que se encuentra es el padre que es coach con el hijo jugador o los hermanos jugadores, pero muy pocas veces se dan los hermanos coach y jugador. Esta temporada en Gallos Negros se acaban de reunir los hermanos Olvera.
Después de varios años los hermanos tienen la oportunidad de vestir una vez más el mismo uniforme ahora con Gallos Negros de la LFA, ya que en liga mayor Sebastián Olvera jugó de receptor en los Aztecas mientras que Mario era coach de receptores en Borregos Toluca y gracias a la historia entre estos dos equipos, también existió una gran rivalidad en campo, celebrada con aprecio entre ellos fuera de él.
Antes de entrar en la historia de cómo estos dos hermanos empezaron a vivir la experiencia de coach y jugador hagamos un ligero recorrido en el historial de cada uno.
- Mario Olvera es mayor que Sebastián. Mario jugó como receptor en Pumas Acatlán en su liga mayor y empezó a coachear a los 17 años. Actualmente lleva 6 años coacheando liga mayor. Como coach estuvo en Gamos y finalmente en Borregos Toluca donde vivió el bicampeonato y el campeonato nacional en el 2017.
- Por otro lado, Sebastián inició su trayectoria en Gamos y finalmente toda su liga mayor en Aztecas de la UDLAP. Formó parte del bicampeonato (2013-14) y el campeonato nacional en el 2016. Para el 2019 fue seleccionado por Artilleros, siendo líder anotador y MexICan Star en la CFL con los Saskatchewan Roughriders durante el summer camp. Para el 2020 se sumaría a Condors y finalmente en este 2022 es parte de Gallos Negros de Querétaro.
La primera vez que vivieron la experiencia de estar juntos en un equipo fue en el 2007 en Gamos, pero a diferencia de lo que hoy viven en Gallos, Mario era coach de receptores y Sebastián jugaba de corredor. Finalmente en el 2011, Mario fue asistente del coach de receptores y para ese entonces Sebastián ya era receptor, siendo esta la primera vez que los dos estaban en la misma unidad.
Para los hermanos Olvera el poder establecer esa línea de respeto entre coach y jugador aún siendo hermanos no fue tan complicado, debido a que su papá también fue coach, dándoles una educación de respeto.
“Sé que le pone mucho empeño a lo que hace y para mí es como darle un respeto a su trabajo”-expresó Sebastián.
La vida del football los separaría más adelante cuando Sebastián recibió la invitación de jugar en los Aztecas de la UDLAP donde empezó a desarrollarse como un gran receptor. Después de cuatro años Mario llegó al staff de Borregos Toluca para empezar a hacer aún más simbólicos todos los encuentros de estas dos instituciones, viviendo finales, semifinales y otras experiencias que además de football, Mario recuerda se logró dar cierto tipo de competencia por ver quién de los dos ganaba el partido a pesar de no enfrentarse directamente.
“Como rivales, dar tu máximo esfuerzo es parte de honrar el talento del otro”-añadió Mario.
Los que sí sufrirían cuando ambos estaban en liga mayor (en sus respectivos roles) eran sus papás, pues cuando había juegos entre ellos, por supuesto apoyaban a los dos, pero los hermanos recuerdan que generalmente se iban a la tribuna de Sebastián pues era el que estaba jugando, mientras que Mario estaba trabajando en realidad.
“Hubo una vez, cuando ganamos la final en el 2017 a los Aztecas de la UDLAP, mi papá traía su playera de Aztecas, pero cuando bajó al campo a felicitarme se quitó la playera y se puso una de Borregos”-recordó Mario.
“La verdad es que Mario es mejor ser humano que yo, porque no recuerdo que yo fuera a felicitarlo frecuentemente y en la final nacional del 2017 no pude ir a verlo. Simplemente no podía aceptar que nos habían ganado la final”-recordó Sebastián- “Por supuesto más adelante se lo reconocí. Sé la calidad de coach que es.”
En estos momentos es la primera vez que Mario está en el staff de algún equipo de la LFA, pero también es la primera vez que coachea a los corredores lo cual ha sido un reto y una gran oportunidad para él que, debido al cierre del programa de liga mayor de Borregos Toluca, pudo tomar.
“Me sorprende el nivel de talento que hay en los equipos. Todos los corredores de Gallos tienen una gran trayectoria y se nota en el terreno de juego”-comentó Mario.
Después de la pandemia, Sebastián no estaba seguro de continuar con algún equipo de la LFA, pero varios jugadores como Maximiliano Hernández lo convencieron para darle una última oportunidad al football, sin embargo el factor que su hermano esté en el equipo fue una de las principales razones por las cuáles volvió a Gallos.
“Sé perfectamente la calidad de coach que es mi hermano. Muchos corredores de Gallos me dan una retroalimentación de él y todos están muy felices con su trabajo”-comentó Sebastián- “El hecho de que mi hermano haya sido una de las razones principales por las que yo decidí volver a jugar creo que lo dice todo lo que él representa para mí.”
Los hermanos Olvera están muy contentos, disfrutando de todos los momentos que están teniendo con Gallos esta temporada, pues no hay mejor manera de compartir football que con alguien con quien también has compartido toda tu vida.
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