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La entrevista del martes por la noche fue especial. A dos días de haberse celebrado el día del padre, Luis Trujillo y Carlos Rosado tuvieron como invitados para prolongar la celebración a Sebastián Olvera y a Mario Olvera, su padre.

Sebastián es uno de los receptores más destacados del fútbol americano de nuestro país en los años recientes. Su trayectoria en liga mayor en Aztecas de la UDLAP, lo proyectó como un prometedor jugador profesional. Su incursión en la LFA fue en 2019 de la mano, de los también nuevos en la liga, Artilleros de Puebla. Con dicha franquicia pudo demostrar sus habilidades al adjudicarse el liderato como anotador de la liga en ese año. Sus números como “novato” son altamente envidiables pues completó 46 de 68 pases para 489 yardas totales y 8 anotaciones. Por su destacada trayectoria, fue considerado por la CFL para buscar un lugar en Roughriders de Saskatchewan, lo que lo llevó a ser considerado uno de nuestros #mexICAN stars; sin embargo, una lesión no le permitió mantenerse en dicho equipo.

El desarrollo profesional lo obligó a cambiar de lugar de residencia, por lo que firmó con Condors de la Ciudad de México para la temporada 2020. Envestido en su número 16, pero de colores oro y negro, Sebastián participó en las cinco semanas que se pudieron jugar de dicha temporada. En ellas, sumó 200 yardas y consiguió 3 anotaciones.

El regalo del coach “Mayo” por el día del padre fue un par de tenis, regalo que atesora por su especial gusto por ese calzado.

Sebastián comentó sobre sus inicios en el fútbol americano en el club Cherokees de Culhuacán, pero no le gustaba porque el campo era solo de tierra. Cambiaron él y su hermano a Gamos en Cuemanco, lo cual disfrutaron mucho por el terreno de ese equipo en 1998.

A su llegada a Gamos, el coach Olvera recibió la invitación para que sus hijos se integraran a las categorías infantiles.

El cambio de Gamos a Aztecas fue un sueño realizado para Sebastián, quien en juvenil AA fue invitado por Simón Hernández pues consideró interesantes sus habilidades. Realizó un tryout individual donde destacó y recibió la oferta de Erik Fisher para integrarse a Aztecas.

“¿Qué tienes qué pensar? Le contestas al coach diciéndole que te integrarás de inmediato”, explicó Sebastián de lo que le indicó su padre.

El padre de Sebastián expresó que no ha habido presión por parte suya ni de su esposa para obligar a sus hijos a jugar fútbol americano. Han respetado las decisiones que han tomado pues es muy difícil exigirles de más al ser coach. No sucedió, aunque les pidieron resultados y los han dado.

“Una de las cosas que me han ayudado mucho es haber estado viendo video con mi papá. No era para mí tedioso. Lo vi como algo normal. Aunque al ayudarle en la defensiva, me di cuenta de que no quise volver a jugar más que a la ofensiva. Todo gracias a la exigencia de mi padre.”

El carácter que ha mostrado se debe a la actitud que le inculcó su padre. Siempre le solicitó levantar la cara, a pesar de cualquier adversidad.

“En mi penúltimo año de liga mayor me negué rotundamente a jugar en la LFA. En 2018, me invitó la familia Vera y tomé la oferta para poder llegar hasta Canadá. Allí en Artilleros me di cuenta de que la LFA tiene un nivel de excelencia y pasé del odio al amor, por tanto y tanta gente valiosa que está trabajando en ese proyecto”, sentenció Sebastián.

“Él ya tenía una forma de trabajo y disciplina. Debía prepararse para estar en óptimas condiciones para estar en Canadá, pero no tuvo el tiempo necesario de conseguirlo”, comentó Mario.

Al término de la primera práctica en Artilleros, Sebastián se dio cuenta del buen nivel que había en el equipo poblano. Resultaba un desafío completamente diferente pues la competencia era en serio, algo formal. Reconoció la equivocación en la que estaba pues la competitividad es constante y su preparación fue distinta en comparación a la que tuvo en Aztecas.

Mario explicó que el ver los partidos como aficionado es complicado por ser coach, también. Respeta mucho lo que se hace en el campo y platica con sus hijos para analizar los juegos. Considera que los entrenadores están preparados lo suficiente para dar un excelente resultado, a pesar de la juventud.

La visión de la LFA se refleja en el aumento de la competencia y la preparación que han tenido los jugadores. Consideran que el crecimiento ha sido tremendo y la intención para jugar de forma profesional por parte de los jugadores que terminan liga mayor, es creciente.

El cambio de Sebastián de Artilleros de Puebla a Condors de la Ciudad de México fue una experiencia muy grata. La bienvenida fue increíble. El talento del equipo ya estaba probado y debió ganarse un lugar por lo que le pidió a Diego Pérez Arvizu (quarterback) que le diera tiempo de ‘prepráctica’ para acoplarse.

El mensaje que le envió Mario Olvera a su hijo Sebastián fue que “la misma pasión que tiene para el fútbol americano, la debe imprimir en todos los ámbitos de su vida. Eso es lo que le puedo decir. No hay duda de que lo podrá logar porque es apasionado para lo que quiere… lo amo.”

Por: Cinthya García Guerrero

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