La afición de Saltillo respira un nuevo aire, algo que no hacían desde hace más de 20 años. Un aire del deporte de las tacleadas. Respondieron al llamado del gigante dormido, del que sólo quedaban gratos recuerdos de una generación que puso el nombre de la ciudad en la cima, pero que ahora se convierten en un nuevo sueño por alcanzar.
El público estaba volcado a apoyar a sus Dinos. Cada patada del rival, cada castigo en contra del equipo local se convertía en un abucheo unísono hacia los contrarios y los árbitros. Pero claramente gritaban y alentaban con emoción cuando los jugadores de casa llevaban el ovoide hasta las diagonales, creaban una jugada grande o detenían al lanzador regio.
No todo fue miel sobre hojuelas de los aficionados con el equipo, pues tienen en cuenta que acciones imprudentes de sus jugadores deberían no presentarse para lograr un equilibrio durante todo el juego. Y es así como lo sintió el LB Daniel Carrete, quién recibió la desaprobación del público al ser expulsado del partido por distintas acciones consideradas como conductas antideportivas.
El compromiso de los saltillenses está enfocado en el apoyo incondiconal al nuevo equipo, en el que en cada juego dejarán la garganta para guiar al equipo a la senda del triunfo, así como también exigir un esfuerzo por parte de los jugadores para no perder la cabeza en cada momento de la temporada, sin importar que sea sólo el primer partido o una final, así de fieles serán los seguidores de Dinos.

Una respuesta

  1. Como fanatico de Dinos me gustó mucho el ambiente, sólo si pienso que los boletos del lado visitante deben estar considerablemente más baratos por la condición de sol, se que apenas van empezando pero si hay que ver el precio de un boleto muy caro contra un lugar no tan comodo para las familias

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