Sin duda el 2023 le sonrío en muchos aspectos al equipo de Tijuana, pero también tuvieron momentos no tan brillosos a la ofensiva y mucho tuvo que ver lo que pudo y no pudo hacer la línea, por ende es importante reforzarla para seguir subiendo escalones.
Casi es de ley que los equipos deben tener una buena base con la línea ofensiva para poder desarrollar un ataque consistente, que pueda denotar las debilidades de cada defensiva rival, sin embargo tener una sólida línea ofensiva con buena comunicación, pero también habilidad, es a veces más complicado de lo que parece.
Por supuesto que no todo lo malo de la ofensiva- específicamente de Galgos- recae en la línea, ya que también tiene que ver las rutas de lo receptores y las decisiones del quarterback, sin embargo uno de los puntos frágiles de Galgos fue la capacidad de, si quiera, darle el tiempo suficiente a sus quarterbacks para poder leer un poco lo que se estaba jugando en los distintos niveles.
Desde la temporada uno de Tijuana se notó una línea ofensiva un tanto lenta y poco fue lo que pudieron reforzar para la temporada 2023 y por consecuencia Trevone Boykin terminó siendo el quarterback con mayor presión y capturas de toda la liga.
Esta presión, además de las malas decisiones de Boykin, colocaron a este quarterback como el segundo con mayor número de intercepciones (13) además de sumar algunas entregas de balón y aún cuando Diego Ruiz entró a los controles, también se vio en una situación similar.
A pesar que la ofensiva logró verse promedio con 2,208 yardas aéreas y sus 214 puntos generados, el ataque terrestre fue el tercero peor de la liga con 928 yardas lo que limitó a generar una ofensiva balanceada y más consistente.
Es importante enfatizar que una de las variantes que también afecta directamente al desempeño de cualquier línea ofensiva es la calidad de linieros defensivos que se están trayendo a los equipos; tanto extranjeros como nacionales.
Ese factor ha aumentado en cada temporada por la misma razón es muy importante que Galgos empiece a priorizar aún más la línea ofensiva para el 2024.
Refrescarla un poco, pero también darle profundidad así como colocar un esquema que ponga en ventaja a los jugadores de la línea según los frentes que se estén presentando en los equipos rivales.
Aparentemente suena fácil hacer los cambios, pero la realidad poder desarrollar una buena línea ofensiva es una obra maestra que no le caería nada mal a este equipo de Tijuana si quiere llegar más allá del primer juego en playoffs.
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