El equipo de Ciudad Juárez tuvo piezas fundamentales, pero sin duda este  linebacker logró ser una base sólida para una defensiva intensa de Jefes.

Kenneth Bradley llegó como una cara nueva para la LFA, junto con el equipo de Jefes y aunque no hayan tenido tanto éxito en su récord la temporada pasada, sí tuvieron varios momentos de impacto así como jugadores a destacar, sin embargo algo tuvo de especial el #20 de Ciudad Juárez a la defensiva.

Es notorio y conocido que la defensiva será la unidad que marque la pauta en las primeras jornadas mientras la ofensiva comienza a agarrar una identidad, pero Bradley tuvo presencia inmediata en el equipo, haciendo de esta labor de la defensiva algo aún más característico.

La presencia de Bradley se notó en el emparrillado desde el día uno con su intensidad, pero también con su asitencia para cerrar los huecos o llegar a sellar las tackleadas y estuvo promediando 7 tackleadas por partido en las primeras jornadas, mientras proyectaba liderazgo a la par.

A pesar de ser extranjero en tierras mexicanas, el equipo lo percibía como un gran roll model por los mismos resultados que llegó a reflejar en campo, así como el apoyo que le brindó a sus compañeros y el compromiso que tuvo.

Poco a poco fue dominando su posición hasta que, a partir de la semana cuatro, se posicionó como líder en tackleadas y ahí se mantuvo hasta llegar a las 107.5 tackleadas, 2 fumbles recuperados y 3 tackleadas para pérdida de yardaje.

Quizá Jefes quiera cambar algunas cosas del equipo ahora que están en esta nueva construcción para su segunda temporada, pero si hay piezas que deben mantener, sin duda Bradley debe de ser una de ellas.

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