Continuar el legado familiar- en cualquier rubro- de manera genuina no siempre es tan fácil, pero hay familias que logran transmitir las pasiones de generación a generación haciendo que todo lo que se posee hoy en día tenga aún más valor, formando al mismo tiempo parte de la motivación.

Alejandro Mendoza tuvo la oportunidad de ser permeado por la cultura deportiva de su familia desde muy temprana edad y así como su tío, sus papás y sus hermanos, Alejandro empezó su trayectoria como jugador a los 6 años de edad.

Algunas curiosidades de la vida son que Mendoza es quizá de los pocos jugadores que puede llamar el Estadio Caliente su verdadero hogar pues él jugó en ese estadio cuando formó parte de Tecos UAG en Tijuana cuando solamente era un hipódromo.

Impulsado principalmente por sus padres es que fue encontrando camino en el mundo de las tackleadas y se desarrolló desde muy niño como quarterback.

Cuando llegó a la prepa con los Zorros CETYS también estuvo pasando como receptor mientras Diego Ruiz, quien es su actual quarterback en Galgos, era el quarterback titular del equipo y tras una lesión de Ruiz, Mendoza entró al juego ofensivo perteneciendo a Zorros hasta su primer año de liga mayor.

Los caza talentos del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca, vieron en Mendoza muchísimo potencial incluso antes de que fuera novato en mayor con Zorros, sin embargo algunos temas personales que estaban pendientes le impidieron moverse con los lanudos o cualquier otro equipo en ese momento.

Finalmente, en el 2015, su segundo año de elegibilidad, reactivó las llamadas con Borregos Toluca portando ahora la piel azul. En Toluca los coaches lo pusieron como receptor interno y posteriormente como corredor, siendo así la forma que encontró su potencial por la vía terrestre.

“Es una posición en la que más oportunidad tuve para desarrollarme. Era mi mayor habilidad”- comentó Mendoza.

A sí mismo expresa con cariño las coincidencias de la vida pues de su papá sacó la motivación, pero la inspiración la sacó de su tío quién fue un jugador emblema a la ofensiva de Águilas Blancas: La Foca Mendoza y por lo mismo los coaches lo empezaron a llamar Foca, en honor a su tío.

“Lo que más me gusta de ser corredor es que no solo cubres un rol, es una extensión del quarterback y la línea. La lectura de la caja y los bloqueos. Cubres un rol importante de lectura. Esa parte de la comunicación con los demás”- expresó- “No es jugar por estadísticas, sino por estrategia para poder ganar.”

En su liga mayor compartió campo con Max Lara y Emilio Fernández. Fue campeón y bicampeón nacional con Borregos Toluca haciéndole ver que los sacrificios tienen su recompensa al final de todo.

Mendoza iba a jugar su último año la temporada 2020 con la invitación de su coach Horacio García en Pumas Acatlán, pero fue víctima de la pandemia y se quedó sin jugar su último año de elegibilidad. Finalmente, en el Draft virtual de la LFA de ese año fue seleccionado por los Osos de Toluca.

El ahora corredor de Galgos menciona que él tuvo la oportunidad de vivir la primera temporada de la LFA a nivel de cancha pues su tío, La foca, formó parte de Eagles en el 2016 y fue testigo de varias leyendas que iniciaron esta liga profesional.

Cuando la temporada 2022 en la LFA se estaba anunciando recibió la invitación a jugar en Reyes, pero la llamada que le movió el corazón fue cuando Galgos mostró interés en él.

“Nunca había tenido la oportunidad de jugar en Tijuana y me gustaba la idea de jugar ahí para que las personas que me apoyaron vean lo que ahora soy gracias a ellos”- expresó- “Me gusta estar ahí en Galgos, porque son cosas que se quedan para la historia, el primer año de la franquicia se quedan para siempre y me gusta saber que yo fuí y soy parte de eso.”

Mendoza expresa haber disfrutado su primer año de la LFA y su primer año con Galgos, a pesar de haber sido un gran reto por estar con coaches y un sistema diferente. Por otro lado, también comenta que le dió gusto haber notado el crecimiento de la liga.  

“Ahora ya quieres jugar LFA cuando sales de mayor. Te están viendo los chicos, los niños, inspiras y eso es lo que más me motiva seguir y hacer las cosas grandes.”

En este año tuvo 36 acarreos, 103 yardas y un touchdown por tierra. 

Evidentemente Galgos ya tiene una base que con los refuerzos correctos se podrá crear una línea aún más contundente que le ayude a Mendoza a explotar su potencial para despegarse en su segundo año en la LFA.

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