Ciudad de México. La rudeza y el juego físico son características de los dos equipos que se verán las caras el domingo como parte la última fecha de la temporada regular de la LFA, Mayas (5-1) y Fundidores (2-4), y aunque para el actual equipo campeón, su pase a la siguiente instancia del torneo ya […]
Ciudad de México. La rudeza y el juego físico son características de los dos equipos que se verán las caras el domingo como parte la última fecha de la temporada regular de la LFA, Mayas (5-1) y Fundidores (2-4), y aunque para el actual equipo campeón, su pase a la siguiente instancia del torneo ya está asegurado, eso no significa que no vayan a llegar al Estadio Tecnológico de Monterrey con todas las armas disponibles y afiladas, listos para dejar en el camino a Fundidores y extinguir el “Reino de Fuego”.
Una de esas armas, que sin duda está dentro del rango de la artillería pesada para los de azul con blanco, es el ala cerrada proveniente del ITESM Campus Toluca, Carlos Ramírez, quien tras su paso por el campo de juego deja una característica huella de varios defensivos tirados en el pasto.
Ramírez Millán, de 35 años, llegará a Monterrey el domingo con una gran seguridad a disputar el encuentro final de la temporada, debido a la forma en que ha percibido el desempeño del equipo durante la campaña y sabe que no hay que bajar las manos bajo ninguna circunstancia.
“Creo que hemos aprendido durante estas semanas que tenemos que aplicarnos, todos los equipos están al nivel, sin embargo creo que hemos sido superiores a todos ellos, ya lo demostramos con Eagles en la revancha y creo que necesitamos afianzar esto para la semifinal. Ser contundentes y llegar con paso firme”.
Y si alguien sabe el significado de las palabras ‘paso firme’ es precisamente Carlos, quien con su 1.90 de estatura y 124 kilogramos de puro poder de arrastre, ha mostrado ser un jugador muy difícil de derribar cuando toma carrera con el balón en sus manos, y aunque dentro del esquema aéreo de los coaches Ernesto Alfaro y José Vivas, este poderoso jugador no reciba tantos pases como Aaron Williams o Josué Martínez, sus manos y su ímpetu son siempre una garantía de yardas extra después de una atrapada. Muestra de ello fue la recepción que tuvo contra Dinos en la semana 3, donde avanzó más de 25 yardas dejando a su paso al menos a cuatro defensivos de camiseta púrpura.
“Al tú por tú”
Un elemento interesante que se podrá observar dentro del terreno del Estadio Tecnológico es el choque de trenes por parte de ambos conjuntos. La escuadra defensiva del equipo de Polo Treviño es muy agresiva y de gran tamaño, lo que podría ser suficiente para detener a la aplanadora azul con el dorsal #84, pese a esto, Carlos Ramírez no se muestra intimidado, ya que conoce bien la forma de jugar de los equipos del norte de México.
“Desde Liga Mayor estoy acostumbrado a trabajar con los del norte y vamos a ver de a cómo nos toca. Vamos a estar al tú por tú y vamos a prepararnos para arrastrar a unos cuantos Fundidores”, asegura “Superman” Millán.
Ochocinco contra cuarenta y cinco
La reciente noticia del debut en Fundidores con victoria y anotación incluidos por parte del fichaje bomba de la temporada, el ex receptor de los Cincinnati Bengals y los New England Patriots, Chad Ochocinco, ha causado gran revuelo y atención mediática hacia la liga, y al equipo de Monterrey le ayudó a obtener un triunfo y seguir pensando en el ansiado boleto a la postemporada; no obstante, para el ala cerrada de los Mayas esta situación no va más allá del asunto de atención y revuelo en las redes sociales, ya que aunque Chad es un gran jugador, Ramírez considera que Mayas tiene el respaldo de todo el conjunto para salir victoriosos el domingo.
“Creo que es un aliciente para ellos, sin embargo, nosotros no somos Chad Ochocinco. Nosotros somos 45 jugadores que defendemos a capa y espada los colores del Imperio Azul y vamos con todo. Vamos a ganar, sin lugar a dudas y vamos a reafirmarnos como el mejor equipo de la liga”, sentenció el jugador ofensivo, quien hasta el momento lleva ocho recepciones, 98 yardas y dos pases de anotación en lo que va del torneo.
Por Arturo Velaztegui
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