Aprender para mejorar y aportar tu granito de arena para complementar a tus compañeros de equipo es una de las mejores virtudes en los deportes de conjunto. Ésta es una filosofía que Aaron Williams, receptor abierto llegado de la Montclair State University conoce y tratará de aplicar durante su estancia dentro de la LFA.
El joven llegado de New Jersey que reforzará la potente ofensiva aérea de Mayas en 2017 concedió un poco de su tiempo después de la práctica para platicar sobre su llegada al equipo y sus expectativas con el Imperio Azul.
“Me puse en contacto con el coach Sandoval y estuvimos conversando entre octubre y noviembre. Después me dijo que la liga estaba interesada en mí y que fui uno de los finalistas del draft. Y escuché hace un mes que fui reclutado por los Mayas…y aquí estoy”, comentó Aaron, quien afirma sentirse muy bien gracias al trabajo que el equipo ha demostrado.
“Es bueno estar con gente que trata de probarse a sí misma”, dijo, describiendo a sus compañeros. “Ellos tratan de ir con todo siempre y yo busco no sólo ser un mejor jugador, sino un mejor hombre aprendiendo de todos y ojalá pueda yo también enseñar algo”, señala Williams, además de puntualizar que llegar a jugar aquí ha tenido diversos desafíos siendo la altitud de la ciudad uno de ellos.
Aaron se reconoce como un jugador versátil que puede aportar mucho a la escuadra comandada por Ernesto Alfaro, y que estar en Mayas es situarse en una buena situación compartiendo el campo con gente que tiene las mismas metas y experiencia de juego, incluso de calibre NFL, como el liniero ofensivo Ramiro Pruneda.
Finalmente, al cuestionarle sobre las expectativas de jugar con los campeones defensores de la LFA, Aaron sólo espera contribuir lo más que le sea posible por la meta soñada del Imperio, que es volver a tener en sus manos el Tazón México.
“En lo que a mí respecta es salir ahí, trabajar duro, poder comunicarme mejor con mis compañeros, aprender el sistema, ser un mejor jugador y una mejor persona. Pero en conjunto, todos queremos un campeonato”, finalizó el receptor de tan sólo 23 años de edad.
Por Arturo Velaztegui

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