El coach Raúl Rivera se ha caracterizado por ser uno de los mejores en su ámbito y año con año ha demostrado saber lo que hace. ¿Cuál es la mentalidad que está detrás de esta mente maestra?
Al rededor del 80% de la población del football americano -nacional- sabe quién es el coach Raúl Rivera, ya sea por su personalidad, sus campeonatos con los Pumas, sus campeonatos después de los Pumas y, por haber sido un coach tan ganador, también hay algunos a quienes no les agrada tanto, pero al final de cuentas saben de él.
Quien es hoy Rivera tiene un amplio contexto en su pasado y una verdadera razón. Más allá de hablar de sus habilidades como jugador defensivo de la UNAM y su entrada al americano a los 5 años de edad, hablaremos de cómo es que nació esta pasión por coachear y todo lo que logró en su paso.
El comienzo como entrenador arrancó no muy después de empezar a jugar, pues desde el primer pie que puso en el campo con sus hombreras también lo hizo como aguador con sus tíos quienes en ese momento eran coaches, hecho que le hizo conectar casi de inmediato con el deseo de ser coach.
“Me llamó mucho la atención de ser coach, soy muy metódico en ese tema.”-recordó.
Cuando cumplió 12 años fue que empezó a ejercer el título de coach con una categoría de pañuelitos con niños de seis años; entrando primero como asistente y para el siguiente año se volvió head coach, empezando así a forjar su camino como líder.
Fue asistente de la pre-infantil en la defensiva y cuando de las categorías más pequeñas se trataba, fue head coach. A los 17 años fue head coach de juvenil donde continuó desarrollando toda la experiencia, pero también se involucró en todas las demás áreas como aguador, utilero, balonero, entre otras, comentando que hasta el día de hoy sigue agradecido por haberse involucrado en tanto, porque eso le ayudó a identificar las áreas de mejora y lo que necesitan los equipos en un aspecto general.
Ante todos estos títulos y cargos como coach de jóvenes categorías, seguía jugando su football y fue que subió a liga mayor a los 18 jugando en los Cóndores, pero también viviendo la unificación de la UNAM formando parte de los Pumas dos años.
En su paso por Liga Mayor, el capitán de Cóndores sabía que Rivera ya tenía antecedentes como coach y lo llamó para ser coach asistente de Tigres CCH en el 97, aspecto que considera le cambió su vida para siempre pues fue donde empezó a escalar de verdad y en serio.
De ser asistente pasó a ser coordinador defensivo, para posteriormente ser head coach y juntar los créditos suficientes para ser coordinador defensivo de los grandiosos Pumas CU, para después ser head coach del equipo en el 2008 empezando el trabuco y un dominio de la UNAM en la ONEFA.
Desde el 94 aumentó su carga como coach estando en equipos de Ingenieria, Leyes, Contaduría; también fue el año donde empezó a coachear flag femenil y junto con sus entrenamientos, se la vivía prácticamente todos los días y todo el día en CU, que, para quienes han tenido el privilegio de estar ahí, para nada es queja.
A partir del 2016 culmina su rol como head coach de Pumas CU y se deja de escuchar mucho su nombre en los pasillos del football, aunque su eco persistió.
En sus 10 años en el programa de la UNAM logró 36 campeonatos de infantil en grupo 1, 4 de juvenil, 4 de intermedia y 5 de Liga Mayor en 10 finales. 2 Tazones America, 2 Tazones Azteca, 2 Mundiales terminando en 4to y 3ro. 8 juegos internacionales los cuales se ganaron 5 de ellos y por si faltara agregar, las 19 victorias seguidas contra el Politécnico.
Una buena ofensiva sabemos que no solo depende de un buen quarterback, sino de una eficiente línea ofensiva y un paquete de habilidades de los receptores y corredores, aspecto que también sucede en la labor de un head coach.
Rivera afirma haberse rodeado de grandes mentes con sus coordinadores y todo su staff con el cual también compaginó muy bien con su visión y deseos de hacer crecer al equipo y la institución, señalando que no solo es cuestión de liderazgo y estrategia, también es tener elementos con los que te puedas apoyar hasta con los ojos vendados para tener éxito.
“Lo que más me gusta de ser coach es poder influir de manera positiva en la vida de las personas”-expresa- “Ser entrenador te vuelve un académico y un guiador si así te lo permite la persona con la que estás. Haber generado una escuela de coaches eso es algo que permitió vivir tantas glorias y algo en lo que me enfoqué mucho también: forjar un cuadro de coaches.”
Este año fue su primera temporada con la LFA y aunque no quedó campeón logró establecer un equipo que compitió los cuatro cuartos en todos los partidos desde el kickoff hasta la primera ronda de playoffs, aspecto que para nada es sencillo.
“Todos estamos aprendiendo a ser profesionales en el football americano en México y lo que significa ser un profesional tal cual hay mucho por aprender”-comentó- “Este es el intento más serio que hay de todos los que han habido antes.”
Campeón al menos una vez de todas las categorías existentes del football y quizá también campeón en torneos de las demás ramas de los emparrillados, pero continúa pendiente tachar el ser el #1 de la LFA, misión que sin duda buscará cumplir en este 2024.
- México en el flag football: Potencia Mundial - 6 julio, 2024
- El detrás de la mejor ofensiva de la LFA - 5 julio, 2024
- Las sorpresas de Galgos y su tercer año - 4 julio, 2024