Después del primer campeonato de Fundidores en la temporada 2022 al llevarse el Tazón México V, el equipo de Monterrey ha tenido algunos tropiezos a pesar del gran papel que llega a desarrollar a lo largo de una temporada regular y podríamos señalar jocosamente que su talón de aquiles se llama Caudillos, pero es mucho más que eso. 

Las transiciones que ha vivido este equipo desde aquellas final del 2022 han alternado el ambiente del equipo, de forma positiva, sin embargo hay cosas que parece todavía necesitan un poco más de tiempo. 

Como ha sido una costumbre, el ataque de Fundidores es de las cosas más peligrosas que hay en la LFA con el sello de Shelton Eppler y el coordinador ofensivo, Alfredo Hernández, siendo la parte que funciona hasta con los ojos cerrados.

Así se sume talento, seguimos recibiendo el mismo sello de calidad y este año, Shelton y compañía se vieron tan completos que consiguieron anotar 5 touchdowns en dos partidos (uno fue inclusive en los primeros dos cuartos).

Obviamente se posicionaron como la mejor ofensiva en yardas aéreas (2,480), puntos generados (269) y yardas totales (2,268).

Ahora, dejando de hablar del lado bonito de Fundidores, pasemos a abordar las situaciones que repercutieron un poco más en el resultado final del equipo. 

No es por señalar culpables, más bien es establecer escenarios a los que se enfrentó específicamente la defensiva ya que se presentaron algunas lesiones en jugadores que ya se habían establecido como hombres clave a lo largo de la temporada y un poco de distanciamiento en temas de esquema y ejecución en campo lo que los colocó como la segunda peor defensiva en puntos permitidos.

Este aspecto quizá no afectó mucho al principio, pero sí repercutió en el cierre, sobre todo en el hecho que los colocó en comodines de visitante, cuando la realidad es que era un equipo para tener mínimo en comodines la localía o alguno de los dos primeros sembrados.

Pero no fue así.

Otro aspecto que también tuvo mucho movimiento y que se notó el daño colateral, especialmente contra Caudillos en esa semana 7, fueron los equipos especiales.

Así sea definir a tu pateador, tener una reserva efectiva por lesión y mejorar la estrategía de bloqueos y contención podría quizá asegurar un mejor desempeño, obteniendo un mayor impacto en esa área. 

No es que no haya solución a los tropiezos o que haya sido una temporada negativa para el equipo, sin embargo volver a llegar a semifinales para volver a caer contra Caudillos en Chihuahua, sin duda debe de dejar un sabor semiamargo.

Es innegable que el fuego de Fundidores está a una chispa de encender y conquistar la LFA. ¿Podrán hacerlo este 2025?

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