• Niños y jugadores convivieron en el campo de los Burros Blancos del IPN

Ciudad de México.- El futbol americano, al igual que el resto de los deportes, posee un carácter formativo para quienes lo practican desde temprana edad. Muchos valores quedan en los jóvenes y en ocasiones, los que antes admiraban a alguien, hoy se han convertido en los modelos a seguir para las próximas generaciones.
Este último es el caso de los jugadores de la LFA, y esta vez tocó el turno a los campeones de la LFA, los Mayas, quienes después de su último entrenamiento en víspera de la semana 3, convivieron con los niños y jóvenes del equipo Pieles Rojas IPN.
La cita fue en el campo de entrenamiento de los Burros Blancos, ubicado en Zacatenco, donde varios jugadores del Imperio Azul compartieron su conocimiento del deporte con los chicos, y después se dieron un momento para platicar y darles autógrafos.
Uno de los jugadores que recibió una gran ovación de parte de los chicos fue Lennin Ortiz, quien se mostró contento por esta convivencia.
“Quiero agradecer a Pieles Rojas por la atención que tiene con el equipo de Mayas. Es una experiencia muy agradable para los pequeños y para nosotros como jugadores compartir un poco de futbol. Es el comienzo de las cosas buenas en la LFA”, platicó el linebacker estelar de los blanquiazules.
Además, para Lennin, el hecho de convivir y entrenar en el campo de los Burros es significativo, ya que el #52 de Mayas egresó de las filas de esta escuadra colegial y también ha fungido como coach.
“Siempre regresar es bueno, son muchos sentimientos encontrados donde pasé más de cinco años entrenando en el deporte. Al final de cuentas venimos a trabajar, venimos a hacer las cosas bien y se siente increíble estar de nuevo en casa”.
Finalmente, Ortiz, quien se ha destacado por la espectacularidad en sus jugadas, dejó un consejo a estas nuevas generaciones. “Que en ellos siempre esté en primera instancia la escuela. La parte académica es lo más importante y acompañada del futbol americano siempre van a tener un buen resultado para ser unas personas de bien y modelos a seguir”.
Otro de los jugadores más queridos  por los pequeños Pieles Rojas fue el corredor Omar Cojolum, quien quedó sorprendido por el recibimiento de la afición. “Es algo que no te esperas. Realmente uno ha trabajado para este deporte y hoy que somos parte de Mayas el saber que tantos niños son aficionados, esto de querer ser un ejemplo a seguir es algo muy satisfactorio”, comentó.
Y así como él ahora está en la posición de modelo a seguir para las nuevas generaciones, “OC1” recordó cuando él estaba del otro lado, como aficionado y seguidor de los jugadores de su tiempo.
“Me tocó ir a un Tazón Azteca  teniendo 11 años y ahí conocí a Marco Martos (ex jugador de la NFL). Por ahí tengo mis fundas autografiadas por él cuando vinieron a jugar  y hoy en día ser ahora yo el que pueda regalar una foto o un autógrafo a los niños, la verdad es algo muy padre”. Relató Cojolum, ex corredor de los Linces de la UVM.
Otro jugador que también regresó a su hogar de procedencia fue el liniero ofensivo Eduardo Aguirre, quien enfatizó en los valores que este deporte le ha dejado y busca transmitir a la juventud que los sigue cada domingo.
“Una de las mejores experiencia que te deja esto es la amistad y el compromiso con tu equipo. Es lo que uno se lleva con el paso del tiempo. Gracias a nuestro trabajo se va a poder seguir adelante con este proyecto.  Los que van a estar disfrutando de los frutos que tengamos de nuestro trabajo van a ser ellos y lo mejor es poder ayudarles compartiendo un poco de lo que sabemos”, platicó el ex guinda con blanco del IPN.
Y al igual que sus  otros compañeros, el dorsal #65 de los Mayas aprovechó para dejar una recomendación a los niños que apoyan al equipo y a la liga.
“No dejen el deporte. El futbol americano es una escuela para continuar con tu vida adulta porque te genera un compromiso, y un esfuerzo, te forma para la vida y mi consejo es que no lo dejen, sigan haciendo lo que les gusta, no dejen la escuela, no descuiden a la familia y sean personas íntegras en todos los aspectos”, finalizó el liniero.  
Por. Arturo Velaztegui

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