Una temporada cambia el panorama completo de un equipo y un jugador, y para el quarterback de Mayas, Marco García, convertirse en una figura ascendente dentro del panorama del fútbol americano nacional es una responsabilidad pero también una gran motivación con miras a la temporada 2017.
“Tengo una responsabilidad. Lo difícil no es llegar arriba ni estar en los primeros planos, sino mantenerte ahí, eso te da un doble compromiso, por lo que inicié mi preparación física desde hace más o menos seis o siete meses para llegar en pleno al año dos”, comenta García, quien se ha preparado a conciencia total bajo el esquema del coach Ernesto Alfaro gracias a que, como parte de su preparación integral ha trabajado como entrenador de Burros Blancos del IPN.
“También estoy ansioso porque aquí juegas también por la gente, ya hay acercamiento por redes sociales y eso es motivación para prepararte y reflejarlo en el juego”, afirma el pasador, que se está convirtiendo en uno de los referentes ofensivos de Mayas.
Un punto que García considera fundamental para los objetivos logrados y para las metas para el 2017 es la química del equipo, nuevo y los que repiten, así como la responsabilidad de la escuadra completa.
“Desde el año uno lo que marcó diferencia fue  la buena química. Fuimos realmente una familia, la familia Maya y eso se reflejaba en el campo. Cuando tienes buena química, buena comunicación y buen entendimiento con tus compañeros se nota en los dos lados del balón, tanto ofensa como defensa se vieron muy acoplados y ahora llega talento nuevo como Ramiro Pruneda en la línea ofensiva, con experiencia de NFL, o los dos jugadores americanos que llegaron este año, son jugadores muy rápidos que traen al fútbol en el ADN, entonces realmente se ha fortalecido el equipo”.
Finalmente, el mariscal de campo mira a la nueva temporada como un reto y un compromiso, sin embargo, piensa que el trabajo conjunto va a dar como resultado un bicampeonato.
“Lo más importante es el resultado en equipo y con las sumas individuales te van a dar el ente total, pero la única forma en que se va a consumar la meta y objetivo es con trabajo en el campo, viniendo a entrenar y dando ese plus para lograr esas pequeñas diferencias”, concluyó el lanzador.
Por Arturo Velaztegui

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