Uno de los objetivos principales de la LFA además de ser un trabajo sustentable a futuro para los pequeños jugadores que se están formando también tiene como función brindarle una oportunidad a aquellos jugadores que buscan nuevos retos y objetivos ya finalizada su liga mayor y poder pisar el campo una vez más, como le sucedió a Salvador Sierra, corredor de Raptors.
El fútbol americano cautivó a Salvador desde los tres años de edad, cuando vio una práctica de los Dragones Rojos de Cuautitlán Izcalli, siendo ahí el equipo inicial de su carrera deportiva (adoptando y visualizando) las hombreras y casco como una armadura.
Del equipo Dragones Rojos pasó después a integrarse a la categoría infantil de los Borregos del ITESM Campus Estado de México donde se convertiría en sangre azul hasta que terminara su elegibilidad en Liga Mayor junto con una carrera profesional como Arquitecto.
En sus años de Liga Mayor tuvo dos fases la primera fue del 2010 al 2013 en los Borregos Salvajes Campus Estado de México que culminó con una selección al 1st World University Championship en Uppsala, Suecia. Posteriormente se mudó a los Borregos Salvajes Campus Monterrey, para estudiar una maestría y seguir jugando americano cerrando su ciclo en el 2015 con un campeonato sobre los Aztecas de la UDLAP. Todo esto fue posible gracias al apoyo por parte de su gran familia.
Salvador es un jugador compacto, además de la agilidad y velocidad que tiene sabe mantener la calma una vez que se le da el balón para que la línea ofensiva abra el hueco suficiente para poder ganar yardas. “Sólo pienso en ejecutar correctamente y anotar. Es todo.”-expresó Sierra.
La razón por la que decidió volver al emparrillado fue que llegó a coachear y a pesar de disfrutar lo que hacía se sintió capaz de volver a jugar. Logrando así restructurar una vez más toda su rutina, alimentación y forma de vida para entrar en forma y poder quedarse en un equipo, siendo así en esta tercera temporada su primer año como jugador profesional.
“Lo que más me gusta del americano es la forma en que te prepara para actuar sobre cualquier circunstancia ante los retos que impone el mundo actual”-comentó Sierra. “Vine aquí (a la LFA y Raptors) a ser jugador profesional y es un compromiso con el cuál tengo que cumplir.
Cuando se quedó en el equipo de los Raptors, después del tryout, se dio cuenta que una de las cosas que más extrañaba era el ambiente que genera el futbol americano y a pesar de ser nuevo en el equipo se encontró con personas con quienes anteriormente había compartido el campo como el head coach, Guillermo Gutiérrez, el coach Juan Carlos Martínez y Alfredo Flores; jugadores como Manuel Barrios, Josué Torres, Juan Pablo Franco, Arturo Sánchez y Alberto Ruiz.
Salvador sigue conectándose al equipo y con los demás jugadores. Se siente cómodo con el equipo y se logra distinguir en las prácticas la confianza que le deposita el quarterback, Bruno Márquez y todos los entrenadores.
“Uno llega hasta donde uno se lo permite. Siempre es bueno soñar, pero es mejor luchar por lo que se sueña.”
Portando el #1 en el jersey, Salvador Sierra buscará superarse a sí mismo y lograr, junto con el equipo, el campeonato nacional.
- Raptors-Mayas. La previa de una guerra en el emparrillado - 17 febrero, 2018
- El as bajo la manga del Imperio Azul - 12 febrero, 2018
- Octavio González en Fundidores - 12 febrero, 2018