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Lastimar la corona del campeón es difícil, pero no imposible. Lograrlo se vuelve algo doloroso para el equipo derrotado y peor aún si esa derrota se vuelve, inesperadamente, la última imagen del equipo sin embargo, el mañana luce brillante para el quarterback de Condors, Diego Pérez.

Definitivamente el jugador que salió con más “moretones morales” de la derrota contra Mexicas en la jornada 5 de la temporada 2020 fue Diego Pérez Arvizu (número 1) con 5 intercepciones y uno de sus peores partidos. Lo cierto es que después de analizar todo lo sucedido en el juego, los errores fueron colectivos, pero el quarterback titular asume su responsabilidad de ese resultado.

“Fue una mala experiencia. A pesar de no ser muchos puntos fue la forma en cómo se vio todo. Principalmente en mi área con las intercepciones. La confianza jugó en nuestra contra ese día”-confesó Pérez. “Algunas trayectorias no estuvieron bien trazadas. Al final somos un equipo, pero soy responsable de lo que sucedió.”

A pesar de contar con uno de los paquetes más completos en talento (receptores, corredores y línea ofensiva), Diego considera que faltó un poco más de tiempo para poder fusionarse de manera concreta encontrando ese timing y esencia desde el primer silbatazo del partido, pero también era importante tener alguna derrota y así corregir las asperezas.

“Nos faltaba perder para darnos cuenta  y tener los pies en la tierra. Afortunadamente después de esa derrota se juntó más el equipo”- expresa- “Condors iba a regresar -de esa quinta jornada- mucho más fuerte.”

Sin embargo, el covid nos impidió ver el resurgir del campeón y ya no pudimos confirmar si simplemente había sido un mal día para jugar. El factor de ser los defensores de la corona ha conservado esa hambre de acumular victorias e intentar volverse el segundo equipo en la LFA con un bicampeonato.

“Mantener el objetivo se vuelve “sencillo” pues todos queremos regresar y sentir lo que nos apasiona tanto; eso es lo que nos va a mantener: el deseo de estar en el campo, junto con la pasión que sentimos.”

El pasado ya está escrito, pero lo que viene aún es un misterio al cual hay que estar preparado y por ello Diego aprovechó este tiempo para mejorar su condición física. Además del factor de ser papá que lo ha motivado a corregir ciertos detalles de su vida pues confiesa que tener a alguien que sigue sus pasos le exige aún más compromiso en todos los sentidos.

El equipo está dispuesto a seguir adelante, entusiasmado de pisar terreno cuando se esté listo, así lo expresó el quarterback titular de la “legión Condor”.

No queda más que esperar a que se de la cita a los entrenamientos para poner en marcha al equipo que busca zurcir algunas heridas y obtener cierta revancha. 

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