Seguramente han escuchado la frase: “en la vida se debe tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”. Algo así ha sucedido con lo que ha logrado hacer el safety de Pioneros Christian Cajiga.
De primera impresión, la trayectoria de Cajiga en el fútbol americano parece normal. A los 6 años ingresó a los Frailes del Tepeyac, tomando como modelo a su padre. Posteriormente, recibió la invitación para jugar en -antes llamado- Borregos CEM en donde, entre otros momentos, vivió 2 subcampeonatos con el equipo (2011-2012).
Cajiga estaba mentalizado que su último año de liga mayor sería en Borregos en 2015; sin embargo, el football le tenía otros planes ya que, para 2017, se dio la oportunidad de jugar un año más. Aquí empezaría la aventura junto con el plan más grande de su vida.
Al principio su idea era acompañar a su hermano menor en su primer año de liga mayor en Águilas Blancas para despedirse de los emparrillados de esa manera, pero los planes cambiaron cuando le llegó la propuesta de ser “pionero” de la categoría de liga mayor en Leones Anáhuac de Querétaro. Después de pensarlo un poco y, gracias a que uno de sus profesores le ayudó a conseguir trabajo allá, decidió emprender el viaje a tierras queretanas.
“Por supuesto fue algo difícil y frustrante para mí, porque pasé de estar en uno de los equipos más representativos en finales, a estar en un equipo totalmente nuevo, de cero. Obviamente no hubo más que uno o dos juegos ganados, pero comprendí mi misión: aportar todos mis conocimientos al equipo”-comentó Cajiga. ”Aprendí que el tema va más para abrir camino al equipo y es una gran responsabilidad. No fue un último año, sino fue un año de ser líder.”
Su vida se acomodó tan bien, que decidió mantenerse en Querétaro y, por azares de la vida, coincidió con quien ahora es director del equipo Pioneros para compartir la idea de un equipo profesional. En ese entonces todo era palabras y sueños. Cajiga se convirtió en una parte importante del equipo pues comenzó a contactar algunos conocidos para hacer de ese sueño algo más tangible.
Irónicamente, se convirtió una vez más en “pionero” de un equipo en Querétaro donde logró el campeonato 2019, pero también vivió la primera temporada del equipo en la LFA al año siguiente.
“Por eso me encanta Querétaro” -expresa Cajiga. “He sido fundador de algunas cosas; he podido dejar huella. Para mí 2019 significó que por fin había logrado ese “algo” que me faltaba en mi vida: un campeonato. Gracias a ello he seguido sumando a este deporte para que todos puedan sentir lo que yo. Ahora en la LFA lo vimos como el factor de que somos un equipo pionero; así hay que seguir siendo” -añadió.
Motivado por tener un equipo con los mejores exjugadores de los grandes equipos de liga mayor y, a la vez, enfrentarse a otros con los que nunca imaginó jugar, ha sido de las razones por las que nunca ha “bajado la guardia” y continúa su preparación.
Desafortunadamente, el Covid-19 frenó el ritmo que se estaba dando en el equipo, pero también le quitó la oportunidad de ir a probarse a la CFL, ya que había sido nombrado como candidato.
“Me agarró de sorpresa (cuando fue nombrado). La persona que yo admiro es mi hermano menor, él también me admira. ¿Cómo le haces para demostrar que aún tienes ese elemento para seguir siendo un role model? Pues con esta oportunidad. Así fue como lo vi -expresó.
Además de todos estos primeros pasos que ha podido dar tanto a nivel laboral como en el fútbol americano, uno de los últimos planes que le gustaría tachar de la lista antes de retirarse es poder estar en el mismo emparrillado con su hermano. “Ahí será el momento en el que le entregue mis cleats.”
Con su filosofía de “hasta que el cuerpo aguante y mientras sea feliz”, Cajiga tratará de seguir aportando a este deporte y hacer de Pioneros el equipo que conquiste a la liga.
Por: Fernanda Mayen
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