“Que la gente de Tijuana sepa que no llegan dos equipos foráneos, que sepan que hay dos tijuanenses que vuelven a casa a quedar campeones en este tazón”- Carlos Escalante.
Los finales felices sí existen y los hermanos Escalante están a punto de escribir uno al regresar a su ciudad natal para jugar su primer Tazón México defendiendo a Fundidores y ponerle la cereza al pastel a su trayectoria profesional.
Carlos y Óscar Escalante nacieron en Tijuana y practicaron el deporte de las tackleadas ahí, en su ciudad desde muy jóvenes; aunque pareciera que los dos siguieron el mismo camino, el destino del football y la vida los colocó en los mismos equipos una vez que salieron a Monterrey.
Carlos, el mayor, tuvo la inquietud de enfrentarse a equipos grandes y para continuar con sus estudios llegó a Auténticos Tigres en el 2018, posteriormente Óscar, de igual manera decidió jugar en la Universidad Autónoma de Nuevo León por el tema académico, lo que lo llevó a compartir campo con su hermano en el 2010.
“Mi hermano es punta de lanza en el tema del deporte y en muchas cosas de la vida”-comentó Óscar.
Después del campeonato del 2011, Óscar tuvo que dejar el americano para empezar sus prácticas académicas mientras que en el 2013 Carlos salió de Auténticos y decidió cambiar de disciplina practicando artes marciales.
En el 2014, por azares de la vida se volvieron a reunir los Escalante para jugar en Correcaminos Reynosa, viviendo la experiencia de un campeonato y selección nacional. Para Carlos su último año de elegibilidad fue en el 2016 y Óscar cerró su ciclo de liga mayor en el Tazón Azteca en el 2017.
En el transcurso que Óscar se despedía del football estudiantil, Carlos ya estaba defendiendo los colores de Fundiores en el primer año de la franquicia acompañando al reino de fuego hasta el día de hoy.
“Estoy bien orgulloso de estar en la LFA y vivir su crecimiento. Ahora te exige mucho más y no cualquiera puede estar”-comentó Carlos.
El tema de la LFA y por supuesto Fundidores le empezó a hacer más ruido a Óscar por lo tanto entró a un tryout y fue seleccionado por el equipo para la temporada 2019, coincidiendo con su hermano una vez más en el campo.
“El que esta temporada Óscar sea capitán del equipo es pensar que otra vez lo logró; han pasado muchas circunstancias difíciles en nuestra vida, pero las cosas se están dando. Yo daría mi vida por él para que haga la jugada grande”-expresó Carlos.
Después de todo lo recorrido desde el 2017 y en estos últimos años, Fundidores va a disputar su primera final en la historia de la franquicia, lo que también llevó a que la fiesta se llevara en Tijuana, haciendo que los Escalante vuelvan a casa a jugar el Tazón México V.
“Es cumplir el sueño desde chiquito. Al defender la misma camiseta es indescriptible, es un gusto y es algo muy bonito; es un orgullo”- expresó Óscar- “Que los dos podamos estar en un mismo equipo jugando en un mismo tazón me hace sentir agradecido con la vida y el deporte, son experiencias que se van sumando.A tu equipo lo consideras tu familia, pero que voltees y realmente esté tu hermano contigo es algo totalmente distinto.”
“Regresar a Tijuana, demostrarle a toda tu familia, después de que fuimos muy criticados por la gente por habernos ido y dejado a mi mamá, llegar y decir “lo estamos logrando” es cerrar un ciclo de manera ideal”-expresó Carlos.
“Siempre se ha sentido el apoyo, pero no hay comparación el saber que cuando volteemos estará nuestra familia en la tribuna después de tanto tiempo. El compromiso y la presión están al tope porque hay que cumplir y hacerles ver de lo que estamos hechos, sobre todo que sí hay nivel en Tijuana”- añadió Oscar.
Podríamos pensar que Gallos Negros llega como local al haber pisado el Estadio Caliente en la semana uno de esta temporada, pero nada se compara al realmente regresar a casa como lo que representa para los hermanos Escalante y con el retiro de Carlos, sin duda se volverá algo aún más especial y, por si hiciera falta, añade más incentivo para cumplir el objetivo: quedar campeón.