El día comenzó temprano, a las 3 de la mañana, una emotiva despedida de su familia antes del viaje hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ubicado a cinco kilómetros del epicentro de la cuarta metrópoli más grande del mundo.

“Mi abuela, ella tiene 82 años, fue la más afectada … fue la más emotiva”, confiesa Andrés Salgado, quien finalmente llegó al estadio McMahon. Su equipaje aún intenta encontrar su camino hacia el norte del continente desde una conexión en San Francisco.

“Ella me abrazó, fue como: ‘Pero tú … te estás yendo'”.

“Aunque todos están emocionados por mí… “Es difícil decirles adiós a mis seres queridos, pero al mismo tiempo no puedes perder esta oportunidad, tener una oportunidad de jugar en la CFL, en un gran nivel de competencia. “Es una vez en la vida”.

Salgado está “equipado” con su exigente camiseta negra de Stampeders de Calgary y cargando el libro de jugadas de novato -el peso de una traducción al español de Les Miserables-.

Solo habían pasado unos días desde que atrapó un pase de anotación de 44 yardas en el Tazón México IV, lo que llevó a sus Condors de la Ciudad de México al triunfo 20 a 16 sobre Raptors de Naucalpan. Llegó al campamento de novatos de los Stampeders, que funciona de jueves a sábado. Salgado espera poder replicar algún día el mismo tipo de “química” de colaboración con Bo Levi Mitchell como la que tiene con el quarterback de Condors, Diego Pérez Arvizu, en el estadio de la Ciudad de los Deportes, apenas el domingo pasado. “Esto”, dice Salgado, apenas el convenio entre la Liga de Fútbol Americano Profesional y la Canadian Football League, “es una gran manera de que México se note. Pone los reflectores sobre nosotros. Tenemos que rendir al más alto nivel posible. No puedes retroceder ante cualquier desafío. Tienes que superar lo que está delante de ti. “Esperamos que esto abra una conexión más cercana entre Canadá y México”.

Salgado es la primera de las tres selecciones de Stampeders, entre el grupo de talentos mexicanos, logró 31 pases para 586 yardas y 11 anotaciones la temporada pasada para Condors de la “ofensiva sorpresa”. El deporte, alimentado por el perfil global de la NFL, continúa escalando en su tierra natal. Él, sin embargo, quedó “enganchado” tarde y puramente por casualidad. “Mauricio, uno de mis mejores amigos desde los seis años, jugó al fútbol americano toda su vida, desde pequeño hasta su juventud. Nunca lo hice. Fui futbolista, practiqué baloncesto y voleibol. “Me quedé en su casa una noche y al día siguiente tuvo una práctica de fútbol americano. Él me dijo: “Oye, deberías venir, deberías intentarlo. Es divertido “. Le dije: ‘OK, vamos’. “Una práctica fuera de temporada: corrimos carreras, atrapamos balones. Y me enamoré del juego de inmediato”.

Salgado tenía 17 años entonces. Eso fue en 2009, una década de trabajo en la escalada.
Hasta ahora y con esta nueva relación de trabajo entre los países y las ligas, la CFL ha sido una alternativa improbable, en segundo plano. “Sabía que existía”, dice Salgado. “Yo sabía que era el segundo nivel más alto de fútbol americano en el mundo y el más antiguo, creo. ¿Sí lo es? 106, 107 años más, ¿verdad? “No vemos muchos juegos de CFL en casa. Sólo de vez en cuando. El último juego que vi fue el juego de campeonato, los Stampeders contra RedBlacks efrentándose por la Grey Cup.

“Desde un punto de vista ofensivo, parece que es un poco más fácil porque (el campo) es mucho más grande y los defensivos tienen que cubrir mucho terreno. Pero el juego se veía bastante impresionante. Vi la transmisión en ESPN. Gran multitud. Gran fiesta de fútbol. “El fútbol americano trae lo mejor de la gente en cualquier país. Canadá. México. Unión Europea. Donde quiera. Las emociones fluyen “.

Si bien comprende el interés que él y el resto de los jugadores de importación mexicana generan en los primeros días de este experimento. Salgado no se siente como un pionero o alguien que despierte curiosidad. “Habrá gente que tratará de criticar, no importa dónde me encuentre, qué esté haciendo”, reconoce. “La gente puede decir: ‘Oye, estos tipos son los mejores en México, están recibiendo su oportunidad’. Entonces quizás tengamos una mala práctica, algo suceda y dicen: ‘¿Por qué los trajeron a Canadá?’ No hay nada que se pueda hacer al respecto.
“Estamos aquí para jugar, para aprender”.

Lo que importa es que él y el resto de los reclutas mexicanos, han aterrizado, se ha establecido la conexión y, con los dedos cruzados, pueden seguir siendo preparados. “Tenemos nuestra oportunidad”, dice Salgado con orgullo. “Veintisiete jugadores mexicanos en la CFL tienen su oportunidad. Es un trabajo. Aquí te pagan por jugar fútbol americano. No hemos tenido esa oportunidad en México. Lo tenemos ahora”.

Una década después de enamorarse a primera vista y ser invitado a practicarlo por un amigo en su casa, Salgado no tiene idea de lo que piensa de esta oportunidad Mauricio (responsable, de alguna manera por su presencia aquí). “Realmente estás bendecido con la oportunidad”, dice. “Espero no decepcionar a nadie. “Solo daré lo mejor de mí. “Eso es. Eso es todo. “Eso es lo que estoy buscando: aprovechar la oportunidad. “Los nervios, el miedo, la emoción … eso es lo que te hace humano. Eso es lo que te hace ir. Eso es lo que te hace fluir. Puedes sentirlos. “Pero si eres un sueño más grande, nada de eso importa”.

Autor: George Johnson
https://www.stampeders.com/2019/05/16/once-in-a-lifetime/
Traducción: Cinthya García Guerrero

 

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