• Alejandra Yañez, una joven de 22 años, y su familia, sin querer, se convirtieron en las estrellas del pasado Draft de la LFA gracias a sus cascos con estilo muy mexicano.

La jornada para Alejandra, Aleya, como la conocen en casa, empieza temprano todos los días. Sale a la escuela y al terminar regresa al taller en el que trabaja junto a su familia creando piezas de arte huichol con un sello único. 

En ese taller, que cada vez luce más pequeño pues los pedidos cada vez son más, trabajan su mamá, Teresa, y su papá, Guadalupe, quienes, además de Alejandra, le han enseñado los secretos del oficio a sus hermanos Santiago y Fernanda. 

La familia sabe “lo básico” sobre fútbol americano, pero sin querer su talento los convirtió en estrellas del pasado Draft de la LFA, realizado el pasado sábado 11 de enero. 

Aleya y su familia le pusieron un toque mexicano y muy huichol al evento gracias a la elaboración de cascos personalizados de todos los equipos de la liga. Sus piezas tuvieron tal aceptación entre los fanáticos de la LFA que hoy, según cuenta la propia Alejandra, su página de Facebook “no deja de recibir mensajes”. 

“Mi página, Aleya huichol, surgió en el 2018, que es cuando me animé a subir mis piezas exclusivas con los ánimos de mi pareja, Iván. La página ha ayudado mucho a promover más las artesanías porque a las personas les gusta mucho nuestro trabajo, es como empiezan a seguirnos y confiar en con nosotros”, cuenta Alejandra. 

Fue gracias a esta página en Facebook que surgió el contacto con la LFA, que le encargaría realizar los cascos que hoy han detonado su negocio. 

“La gente cuando busca arte huichol en internet es muy fácil que dé con nuestra página de Facebook o Instagram y es así como los que son representantes de la LFA nos contactaron para la realización de los cascos”.

“Este trabajo lo calificaría como algo muy especial porque conecta lados muy delicados de las personas que a veces son difíciles de juntar, que son el arte, la cultura y el deporte. Y me puse muy contenta con la llegada de esta propuesta porque nunca creí que nuestras artesanías (habiendo más páginas) llegaran a llamar la atención de la LFA”, asegura la joven, quien aprendió a elaborar este tipo de piezas gracias a las enseñanzas de sus padres. 

El fenómeno vivido con la LFA no es nuevo para Aleya y su familia, pues sus creaciones incluso han llamado la atención de famosos y pueden presumir entre sus clientes habituales a Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba. 

Su historia comenzó en 2003, cuando en la Ciudad de México se conocieron su padre, Guadalupe Carrillo, originario de San Blas, Nayarit, y su madre, Teresa Lozada, quien llegó desde Omitlán, Hidalgo. 

“Al tiempo que yo tenía 6 años comenzaron a vivir juntos. En esa etapa de mi vida, en la que comenzaba la primaria, yo veía como mi papá trabajaba y mi mamá aprendía junto con él, (por su cuenta y viendo a otras Wixárikas), las diferentes técnicas de artesanía Wixárika o Huichol”.

“Cuando cumplí entre 11 y 12 años mi padre me puso a trabajar, por cuestiones económicas, cabe destacar que nunca deje de estudiar, y ahí es cuando empecé a aplicar la técnica de este maravilloso y único arte”, detalló Alejandra. 

Poco después, cuenta, llegaron a la familia sus hermanos Santiago y Fernanda, quienes hoy también son aprendices de las técnicas que la familia ha pasado de generación en generación. 

“En conjunto, toda la familia hemos realizado muchísimas piezas artesanales (más de 10,000) de diferentes tipos de proyectos que se nos han requerido a lo largo de 17 años”, recordó la joven. 

Las redes sociales, aseguró, le han servido para que su trabajo y el de su familia se den a conocer por todo el país y recordó cómo la creación de su página surgió como una opción para asegurar ingresos económicos, luego de que a los 18 años tomara la decisión de independizarse y salir de casa de sus papás. 

“A la edad de 18 años, por problemas familiares, tuve que independizarme y como ya tenía gente a la que le trabajaba, que sabía que hago estas artesanías y que me gusta mucho hacer este arte y que también tenía que pagarme mis estudios, (porque no he dejado de estudiar); creé mi página Aleya Huichol, donde me llegan pedidos de piezas exclusivas y nos buscan para realizar proyectos hermosos, que me motivan a seguir creando este arte y a la vez puedo ayudar a artesanos pasando conocimiento a las personas que nos compran una artesanía huichol”, afirmó Alejandra. 

El crecimiento que ha tenido su página de Facebook le ha permitido dar a conocer piezas de otros artesanos, como Aurelio García Jiménez y Miguel Bautista Parra, nativos Wixárikas que han desarrollado el oficio por muchos años.

Aún con varios años manejando esta página, Alejandra confesó que le sorprendió la respuesta que tuvieron de los aficionados a la Liga de Fútbol Americano Profesional de México (LFA) sobre sus cascos. 

“A las personas les han gustado mucho, no dejamos de recibir mensajes desde su publicación. No creí que llegaran a gustarle a tanta gente”, confiesa. 

Eso sí, espera poder aprovechar este crecimiento para cristalizar poco a poco la visión que tiene sobre su plataforma Aleya huichol. 

“Me gustaría que Aleya huichol fuera en un futuro un espacio cultural donde sea representado la mayor cantidad arte wixarika”, enfatizó. 

Para Alejandra, esto es más que un trabajo. Se ha convertido en una pasión e incluso en una forma de entender y afrontar la vida. 

“He aprendido muchas cosas que me han ayudado a vivir correctamente ya que, este trabajo te enseña valores como paciencia, tolerancia, respeto, responsabilidad, empatía y amor, que creo que son de los principales valores que se deben tener en la vida para poder entender y ayudar a los demás; sabiendo que si ayudas a alguien que lo necesite, sin algún interés de por medio, esta persona estará feliz y contagiará su felicidad”, aseguró.

Para finalizar, Alejandra resaltó que es muy importante que la gente conozca un poco más de la historia y cultura de nuestro país, pues, en su caso, hay mucho que cada pieza que elaboran “tiene para contar”. 

“Hay que apoyar el arte mexicano, conocer lo que hay detrás de cada pieza artesanal, no solo huichol, sino de cualquier tipo de arte; quitarnos esa ignorancia y conocer un poco más de nuestro país, así podríamos ayudarlo un poco”, dijo convencida. 

Eso sí, tiene claro que no ha llegado hasta donde está sola y se tomó un tiempo para recordar el apoyo que otras personas y seres queridos le han brindado para seguir sus sueños. 

“Tengo que agradecer a todas las personas que han estado es este proceso, a mi pareja, mis amigas y amigos, mis padres, mis hermanos, mis clientes; tengo que agradecerles porque me han dado ánimos para seguir con mi proyecto a pesar de las adversidades”, finalizó. 

Por: Emmanuel Hernández

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