Más de 15,000 personas vivieron el fin de una era en el deporte nacional

Ciudad de México. 23 de abril de 2018. El futbol americano de México escribió un capítulo con letras doradas. La comunidad de nuestro deporte se reunió el día de ayer para ser testigo y participante de un evento histórico bajo el nombre de Tazón México III, en el que Mexicas se coronó campeón de la LFA blanqueando 17-0 a Raptors.

El Estadio de la Ciudad de los Deportes, también conocido como Estadio Azul, encendió las luces de su campo por última vez para albergar un encuentro de futbol americano, cerrando así un ciclo con el deporte para el que fue concebido.

Por medio de una iniciativa generada en las redes sociales hace apenas pocos meses con la finalidad de convocar al público del futbol americano a despedir dignamente el estadio construido a finales de la Segunda Guerra Mundial, el mensaje se fue extendiendo hasta llegar a concretar una realidad que se disfrutó en cada asiento y en casa rincón de esta sede deportiva.

La gran fiesta del emparrillado conjuntó todos los elementos para convertirse en una tarde memorable en el pletórico recinto de la Nochebuena y, uno de ellos resaltó de sobremanera en el estadio, refiriéndonos a los más de 15,000 asistentes y fanáticos que coreaban eufóricamente el nombre de sus respectivos equipos y, más emotivamente, los vítores hacia México y los cánticos como el ‘Cielito lindo’, que ya se ha hecho tradición en los eventos deportivos en el país.

Leyendas del futbol americano, jugadores activos, y las jóvenes e inspiradas promesas del deporte de las tacleadas se dieron cita para rememorar, vivir e inmortalizar el legado del Estadio Azul y su aportación para formar, albergar y desarrollar talento en esta disciplina al paso de sus 71 años de vida, en la que fue testigo de hazañas de grandes figuras del deporte nacional, así como del paso de la NFL, el cambio hacia el futbol soccer y el cierre de puertas definitivo con un juego de futbol americano.

Desde el inicio de la ceremonia, la solemnidad y el respeto de parte del público fue notorio. El lábaro patrio desplegado en el campo, sumado a las bandas de guerra que amenizaron la tarde, se convirtieron en la punta de la enorme montaña de emociones y de historia presenciada en la final de la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA)
Las tribunas llenas con verde, blanco y rojo que indicaban los colores de Raptors y Mexicas, también pintaron de México al Estadio Azul. Las ‘olas’, la pelota rebotando de arriba hacia abajo, y los ‘goyas’ y ‘huélums’ retumbando a todo pulmón, difícilmente serán olvidados por quienes ocuparon por última ocasión las butacas del gigante de Ciudad de los Deportes.

El Tazón México III fue irrefutable muestra de que, aunque en el pasto se libre una guerra entre dos bandos, tras el silbatazo final, el ganador indiscutible será el deporte y la gran familia que de él surge, juntando aficionados de cualquier edad, sexo, raza, y colores de equipo.

La consolidación de la tercera temporada y la futura expansión en el 2019 se logró, en gran medida, a toda la comunidad del futbol americano en México, la cual ha confiado y apoyado a este deporte y a la liga profesional, así como a todas las categorías que la anteceden.

De esta forma, la postal del 6 de octubre de 1946, que marcó la fecha de la inauguración del estadio con el juego entre Pumas de la UNAM y Aguiluchos del Heroico Colegio Militar, y la de 22 de abril de 2018, que fue la fecha del cierre del recinto deportivo con el Tazón México, quedará en los documentos históricos del deporte nacional con la memoria de un estadio lleno por una sola familia, la del futbol americano y, aunque el Estadio Azul desaparezca, su herencia y los recuerdos perdurarán mientras se juegue futbol americano en este país.

Por. Arturo Velaztegui

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